Aun todo aquello que parece, pero
que no es, encuentra algún día respuesta. Algunos la tienen, la han
dado al mundo y al futuro. Como el Che. Cosas como la ambigüedad, el
limbo, las medias posturas, las medias medidas, el Che nos deja
saberlo: ¡es todo mediocridad!
Pues por tal hay que tener a semejantes
«estados del alma», donde la geometría inestable de la duda sólo puede
atraernos hacia lo que justamente evitamos. En política lo intermedio
equivale a cero, lo simulado a nada, y lo convertible a traición.
Pues lo que parece, pero no es, termina siendo.
Nótese
que aquellos que son vistos desde el extranjero haciendo mucho ruido
contra el Gobierno son rápidamente asimilados a la oposición del país,
aun cuando ellos al interior del mismo no se reclamen abiertamente de
ella. También, hay a quienes ser percibidos como de la oposición desde
el extranjero nunca llega a molestarles tanto como ser tenidos, en
casa, por ramplones oposicionistas.
Desde un punto de vista práctico, eso es lo que para el extranjero en definitiva son.
¿Dónde
está pues la estrategia que defienden, y en nombre de la cual no
esperan la menor oportunidad para actuar en sincronía milimétrica con
la oposición?
Podría decirse que en el siguiente vídeo el
Che responde, en exclusiva (de visionario al fin), al estorbo de
aquellos que ya en el futuro, como Vladimir Villegas, siguen creyéndose
útiles con su estorbo.
Tal
vez nuestro periodista recapacite y comprenda que la revolución no
consiste en un constante pataleo, en una malcriadez automática, ni
mucho menos en meterse a parecer críticos y revueltos cada vez que que
el Gobierno toma una decisión. Eso equivale a un pasatiempo pueril. A
peinar en el buen sentido de la pelambre enemiga. Y hacerse más
patético.
La lucha no es fraguar, como nos
recomienda Vladimir Villegas, algún tipo de pose hacia afuera. Más
estratégico es aplicar sistemáticamente a todos los asuntos no
negociables (esos que se defienden a toda hora y por los cuales sobre
todo «se trabaja») la coherencia propia de los principios de
integridad, soberanía y respeto, que tratar de sumir toda la revolución
a un cálculo acomodaticio perenne. Las revoluciones después de
todo son acontecimientos inevitables, como lo dice el Che en ese vídeo,
y una vez reconocidas nadie ya las maquilla.
xavierpad@gmail.com