¿Despolitizar el crimen?


Credito: UN
La primera vez que escuché hablar de despolitizar el condenable crimen del presidente de la Federación de Centros Universitarios (FCU) de La Universidad del Zulia, LUZ, Julio Soto, fue a la presidenta de la Asamblea Nacional, Cilia Flores. Después lo leí aquí en un despacho desde Maracaibo: "los estudiantes y las autoridades rectorales de LUZ pidieron `no politizar’ la muerte de Julio Soto". ¿Por qué adelantarse a esa solicitud cuando todavía no se sabe si se trata de un crimen político? En los primeros días después de tan repudiado asesinato, a nadie se le había ocurrido sostener ni como hipótesis que se trataba de un crimen pasional. Descartada igualmente la intervención del hampa común, todo conduce a señalar que se trata de un crimen por encargo a manos del sicariato. ¿Por qué en Maracaibo? Pareciera que en ninguna otra ciudad operan tanto los grupos del sicariato colombiano, donde tienen posibilidades de huir prontamente y, por otra parte, no deben olvidarse que hechos como estos no son infrecuentes en Zulia, donde meses atrás fue asesinada una estudiante de Comunicación Social en el propio campus universitario.

Los primeros indicios luego de este crimen hacen suponer que la hipótesis que cobra más fuerza conduce a verlo como expresión de las luchas intestinas de grupos mafiosos desde hace años activos en el movimiento estudiantil en disputa por el poder económico.

En todo caso, en situaciones como estas, es saludable escuchar a los veteranos policías y con ellos preguntarse ¿a quién beneficia el crimen? Pareciera lógico descartar que beneficia a los autores materiales, más allá del dinero que recibirían por cumplir su encargo, si es que realmente fueron sicarios.

Otra hipótesis pudiera ser que salgan beneficiados algunos de esos grupos que luchan por el poder de la dirigencia estudiantil de LUZ.

Ustedes tienen que haber escuchado hablar de "octubre rojo", de los planes reales o supuestos para calentar el ambiente político electoral con acciones de calle, con hechos de violencia que perturben el proceso comicial.

E igualmente deben saber que en la oposición hay sectores radicales, ultraderechistas, que descartan la vía democrática y legal para derrotar a Chávez y que estarían vinculados a los hechos que lentamente han venido poniendo al descubierto los servicios de inteligencia y policiales.

Las primeras reacciones violentas después del crimen ocurrieron en Mérida, con grupos de estudiantes de la ULA. ¿Y acaso es casual que se denunciara que camiones cargados de cauchos hubiesen sido llevados a la Ciudad Universitaria? Si este crimen fue cometido con el propósito de estimular acciones violentas de calle para protestar contra el Gobierno, pues sin ninguna duda tendría un trasfondo político, estaría politizado desde su planificación.

De manera que quedan planteadas dos hipótesis en torno a este crimen: uno producto de la lucha mafiosa por el poder estudiantil en LUZ, y otro la posibilidad de un crimen con intenciones políticas.

Esta eventualidad obliga a que la investigación se desarrolle con el máximo de diligencia y eficiencia posible, dentro del mayor profesionalismo de los cuerpos policiales y extrema vigilancia del Ministerio Público e, insisto, con la mayor celeridad. Podría estarse abortando el punto de partida del anunciado "octubre rojo".


El día de la crisis

Lo que el Gobierno de Estados Unidos no se había atrevido a decir, lo acaba de proclamar el Fondo Monetario Internacional: su economía avanza hacia "una fuerte desaceleración...

considerablemente más grave". No sé cómo le cayó esa declaración a los estadounidenses medios, que según un estudio han perdido 25 mil dólares en su capacidad adquisitiva. Lo que es cierto es que los teléfonos de senadores y representantes no cesan de repicar; miles, decenas de miles de ciudadanos llamando todo el día. Con abundantes razones les preocupa que el Gobierno saque de lo que pagan en impuestos 850 mil millones de dólares para auxiliar a los bancos y otras empresas quebradas. Por motivos distintos se estuvieron oponiendo los más radicales de los republicanos: fieles al principio de que el Estado no debe interferir en la economía.

Los efectos de esta crisis se sienten mucho en Estados Unidos. Ha bajado sensiblemente el consumo, las cifras de los desocupados empiezan a crecer en forma alarmante, millones han perdido sus casas, sus ahorros y sus pensiones. En nuestros países, los primeros afectados son los centenares de miles de familias en México y Centroamérica que ven disminuir las remesas que les envían. De Europa han hablado las agencias. Ni la hoy poderosa China se salvará, tantas son sus exportaciones a EEUU.

Nadie sabe hasta dónde llegará esta situación. Ni hasta dónde la reducción del crédito y la baja del precio del petróleo tocará la economía venezolana. Parece que América Latina está en mejores condiciones que otras regiones y en otras épocas para afrontarla.

Tampoco se ponen de acuerdo para decir cuándo comenzó, si es que comenzó, o si el día D está por llegar. En la gran crisis mundial de los años 30 tuvo un día: 24 de octubre de 1929. A partir de allí el colapso, la depresión, las quiebras, los suicidios.

¿Cuál será esta vez ese 29 de octubre? ¿O, como piensan algunos, ya pasó, fue el lunes 29?


edrangel@cadena-capriles.com


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Eleazar Díaz Rangel

Periodista egresado de la UCV. Ganador del Premio Nacional de Periodismo y menciones en diversas especialidades. Es Director del diario Últimas Noticias desde el año 2001. Profesor titular jubilado de la universidad central de Venezuela, cuya escuela de comunicación social dirigió (1983-86). Presidente de VTV 1994-1996. Presidente de la asociación venezolana de periodistas.

 edrangel@grupo-un.com

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