El desarrollo de la crisis financiera, tanto en Wall Street como de la banca norteamericana, las elecciones presidenciales en los EEUU de América del próximo mes de noviembre, la opinión pública norteamericana sobre estas variables y la “Caída de la Unipolaridad” y del neo-liberalismo propuesto desde Ronald Reagan hasta George W. Bush, están desarrollando una “matriz de opinión” en la sociedad norteamericana que resulta interesante analizar. Como lo expresó Bill Clinton en Virginia Commonwealth University, en el estado de Virginia: “… [it is] not about good people and bad people” but “good ideas and bad ideas...” (“...no se trata de líderes buenos o malos, sino de buenas y malas ideas…”) (http://www.politico.com/news/stories/1008/14511.html) No lo dijo Hugo Rafael Chávez Frías, ni la frase salió de los “centros de información” de la Revolución Bolivariana sino del ex-Presidente de los Estados Unidos de América, dichas ante un auditórium considerado híper-conservador y republicano, en el estado sede del Pentágono y otras órganos del Poder (Mûller Roas dixit) del Imperio y del imperialismo. Para decirlo con una frase muy utilizada en medios políticos norteamericanos: “ It`s the ideas, stupid”.
Nos estamos sustentando, para nuestro comentario, en la encuesta realizada por “Pew Research Center for the people & the press” dada a conocer el 24 de septiembre, próximo pasado. Comienza el texto aclarándonos sobre las actuales ideas que sustentan el “ideario americano” del norteamericano común: “…La sociedad [norteamericana] se siente mucho mejor con el actual desarrollo de la guerra en Iraq; aunque, al mismo tiempo, está expresando un importante rechazo a que el gobierno de los EEUU de América se involucre en los problemas mundiales. Los ciudadanos norteamericanos, con el mayor porcentaje de opinión en la presente década, considera que no es prioridad de la política exterior norteamericana involucrarse en asuntos como el genocidio, el fortalecimiento de las Naciones Unidas, la promoción y defensa de los Derechos Humanos, y la reducción de epidemias como el HIV y otras epidemias…” (http://people-press.org/reports/pdf/453.pdf). ¡Asombroso pero cierto!
Entre los países que se consideran como “peligrosos” para el “status quo” del Poder norteamericano en orden decreciente están: Irán con un 21% de los encuestados; es decir, uno de cada cinco norteamericanos considera a la República Islámica como en mayor enemigo de los EEUU. Le sigue en importancia, China con un 16%; mientras que Rusia (14%), Iraq (13%) y Corea del Norte con un 6%. Por curioso que nos parezca, los propios encuestados consideran a los propios EEUU de América como un peligro para los EEUU de América. Visto lo anterior, resulta lógico el temor de aquella dama norteamericana que le expresó a John MacCain que no le agradaba Barack Obama porque era un “árabe” (????). O aquel comentario de MacCain cuando dijo que no se sentaría a conversar con Rodríguez Zapatero porque era “casi” un comunista. “It`s the ideas…”!!!!
En el marco de ese análisis, resulta importante destacar dos puntos: que la opinión pública norteamericana considere a China como el segundo mayor peligro para el “status quo” norteamericano; y que no se mencione, directamente, a Chávez Frías y la Revolución Bolivariana como una amenaza a contrario de la opinión de George W. Bush. En Los EEUU de América se viene imponiendo una matriz de opinión, a lo profundo de la sociedad norteamericana, que es negativa hacia China quizás por varias razones. Las razones del desempleo en los EEUU se deben, según se ha venido promoviendo en círculos políticos y “think tankers”, al traslado de las fábricas norteamericanas a territorio chino. Esta variable, en la actual crisis de la economía capitalista mundial y en las ideas expuestas por los candidatos a la presidencia del Gobierno norteamericano, se sustenta, precisamente, en la propuesta de la “división internacional del trabajo” que se fue imponiendo a partir de las políticas de Ronald Reagan. Otra de las razones, es una balanza comercial excesivamente negativa en el comercio bilateral entre ambos países que supera los US$232,5 millardos (2006) a favor de China; pero lo que no dicen ni explican los expertos norteamericanos es el impacto positivo de las exportaciones chinas al mercado norteamericano en el IPC de la economía del Imperio. Para decirlo en sencillas palabras. El costo de la hora-hombre en China es, supremamente, inferior a su costo en el marcado laboral en los EEUU de América. Las materias primas, en ambos países importadas, son subsidiadas, indirectamente, en China, lo que tiene un importante impacto en el producto final exportable. Los productos de exportación producidos en China para el mercado norteamericano son computadoras, juguetes, equipos de sonido y de comunicación (teléfonos), por mencionar. Es decir, bienes de consumo masivo para la sociedad norteamericana. Lo que no se menciona son los productos chinos “in-bond” de consumo masivo que se reexportan hacia Suramérica desde Miami, Houston, etc. Además, los niveles de ahorro de la población china son, evidentemente, superiores al norteamericano.
Aunque no se menciona, directamente, a Chávez Frías, como lo señalábamos más arriba, si lo hace indirectamente cuando se consulta sobre la dependencia al petróleo importado. “…A large majority of Americans (76%) say reducing dependence on imported energy should be a long-term foreign policy goal...” (“...un número importante de americanos (76%) opinan que se debe reducir la dependencia de la energía importada (léase: petróleo) sobre la base de una política [energética] exterior [norteamericana] de largo plazo…”). Es evidente que si se consideran como una amenaza los países petroleros Irán, Iraq y Rusia como un peligro para los EEUU de América junto a China que es el país con el crecimiento sostenido de su economía en los últimos 15 años significando el constante aumento de las necesidades de petróleo importado, en el mediano y largo plazo, la matriz de opinión que se ha venido desarrollando hacia interno de la sociedad norteamericana es y así lo consideramos como una matriz de opinión muy peligrosa que, en momentos de decisión de “política de Estado” por la Casa Blanca, se llegaría a justificar la agresión a un país petrolero como resultó la invasión a Iraq. Además, es necesario tomar en cuenta, la propuesta de ambos candidatos a la Presidencia, Obama y MacCain, quien, el electo, al convertirse en huésped de la Casa Blanca, se propone aumentar el contingente de tropas norteamericanas en Afganistán, país importante por su situación geográfica estratégica con relación a los centros de producción de crudo. Aun aumentando el contingente militar norteamericano y de sus aliados en Afganistán, deberán afrontar realidades en “pleno desarrollo” en la región del Caspio. Es público y notorio el desarrollo de la infraestructura petrolera que se viene realizando en el área para la distribución de crudo y gas tanto hacia los mercados europeos como del Asia Oriental: China, Japón, Corea del Sur, Taiwán, etc.
Pero analicemos las realidades energéticas de los EEUU de América. El estado de California tendrá que competir con los mercados asiáticos en sus necesidades de crudo proveniente desde el Medio Oriente. Pero ¿qué significa, en última instancia, la propuesta de Barack Obama de desarrollar políticas energéticas, en los EEUU de América, buscando liberarse de la dependencia que tiene el mercado norteamericano del petróleo del Medio Oriente? Es decir, que el próximo gobierno norteamericano tendrá que desarrollar medios alternativos energéticos en el muy corto plazo o alcanzar acuerdos en el sector petrolero con el Gobierno de Hugo Rafael Chávez Frías. Así de sencillo!!
Cabe la pregunta ¿El Poder (Mûller Rojas dixit) estará dispuesto a sentarse a negociar con la Revolución Bolivariana y su Gobierno Revolucionario y Socialista presidido por Chávez Frías en términos de respeto, igualdad y mutuo beneficio sobre las exportaciones de crudo y derivados buscando cubrir un importante porcentaje de las necesidades del mercado norteamericano? Es evidente que los “biocombustibles” no cubrirán la demanda de energía que precisa el mercado norteamericano. Es cierto que los cambios tecnológicos a nivel de la industria automotor tomarán algunos años. Es evidente y objetivo que el desarrollo de la energía nuclear tardará algunos años plus la necesidad de construir las plantas nucleares correspondientes. Regresamos a la pregunta: ¿El Poder aceptará negociar con Chávez Frías y el Gobierno Bolivariano y Socialista?
Cualquier análisis dialectico nos lleva a conclusiones evidentes. Cuando proponemos que los partidos que se adscriben a la Revolución Bolivariana, el Gobierno Bolivariano y al líder, Chávez Fías, realicen el “sacrificio político” para las próximas elecciones del 23 de noviembre bajo la condición de la negociación de la “Gobernabilidad”, lo proponemos sobre la base de lo arriba expuesto. Por razones familiares, la existencia del PCV como la del PCE son importantes para quien suscribe; pero las razones objetivas del análisis de las realidades actuales del capitalismo, nos obligan a suscribir el “sacrificio político” frente a una posible confrontación futura con el Imperio; una confrontación que se podría manifestar en sus diferentes formas de guerra moderna: política, informativa, sicológica, ideológica y/o militar.
¡No se necesita ser
clarividente para sacar las conclusiones correspondientes en lo relacionado
con Venezuela!