Georgi Plejánov lo dijo en su obra Acerca del papel del individuo en la historia: «El gran hombre es el [...] iniciador porque ve más lejos que los demás y quiere con más fuerza que los demás; cumple las tareas científicas que la marcha anterior del desarrollo intelectual de la sociedad ha puesto a la orden del día; señala las nuevas necesidades sociales creadas por el desarrollo precedente de las relaciones sociales; asume la iniciativa en la satisfacción de esas necesidades» (G. V. Plejánov, Obras filosóficas escogidas, t. II, p. 333).
Por eso digo como Edgar Morin: La sociedad está en el individuo que está en la sociedad. Y también el individuo que está en la sociedad que está en el individuo. Son caras de un mismo fenómeno. Por aquello que también dice Morin: « Je suis dans le monde qui est en moi », que admite dos traducciones: 'Soy en el mundo que es en mí' y 'estoy en el mundo que está en mí'. Y hasta dos más: 'Estoy en el mundo que es en mí' y 'soy en el mundo que está en mí'. Lo que resuelve el dilema mente vs. mundo que se inicia en Descartes, pasa por el empiriocriticismo neokantiano que criticó Lenin y culmina en Morin. Pero ese es otro cuento. Largo.