Los resultados de las elecciones regionales aún no son completos para un análisis riguroso de la contienda, sólo permiten apreciar la superficie. Faltan datos.
No obstante, podemos adelantar algunas contribuciones al necesario estudio que debemos hacer los revolucionarios.
Primero: los nosocialistas consiguieron importantes posiciones, esto hay que reconocerlo, no es sano hacer piruetas algebraicas que no convencen a nadie, ni ayudan a la comprensión.
Segundo: los socialistas perdimos importantes posiciones, claves para el desarrollo de la política Socialista.
Tercero: esta pérdida nuestra y esta ganancia de ellos, indica, es reflejo de una lucha más profunda, la lucha entre el Socialismo y el capitalismo.
Cuarto: la confrontación exigirá inteligencia nuestra, los nosocialistas consiguieron vía para desgastarnos, detectaron un flanco débil y por allí están obteniendo victorias, ya nos ganaron en diciembre.
No es posible analizar noviembre sin estudiar diciembre, son dos expresiones de la misma situación. Quinto: es evidente que nos están ganando en el campo de la ideología.
Ese es el flanco que debemos fortalecer, cuidar.
¿Qué debemos hacer los revolucionarios? Debemos ser realistas.
Los revolucionarios tenemos mucha fuerza y grandes ventajas en esta confrontación del Socialismo contra el capitalismo.
Veamos. Los campos en pugna saben por qué están luchando, eso es muy importante, indica un avance en la madurez política, en la elevación de la conciencia del campo bolivariano.
Nos señala que tenemos un pueblo maduro, dispuesto para el combate, esperando guía e instrucciones de sus dirigentes.
Tenemos un líder con una fuertísima conexión amorosa con el pueblo, con los humildes, un líder firme en sus convicciones y consecuente con su pensamiento.
Siempre el primero a la hora de defender la soberanía de esta sociedad, el derecho que tenemos a construirnos como un país donde prevalezca la fraternidad.
Y algo que es muy importante, el Comandante tiene una alta capacidad de crítica, esto nos garantiza el primer requisito para afinar la ideología, que es el flanco débil que presentamos en esta contienda.
Debemos comenzar un proceso de reflexión que nos lleve a tomar medidas para fortalecernos, preparanos para los combates venideros.
No limitarnos a la agenda electoral, que es engañosa, por el contrario construir unas metas revolucionarias: elevar el nivel político del pueblo, de Conciencia del Deber Social, combate al egoísmo, organización verdadera y sincera, alejarnos de la burocratización de la política.
Por último, conservar la fe, el optimismo, la voluntad de luchar, recordar las palabras y el pensamiento de los grandes revolucionarios en la hora de las adversidades: A Bolivar y su "haremos que nos obedezca." A Fidel en Alegría del Pío, "entonces triunfaremos". A Martí y su idea justa desde el fondo de una cueva, capaz de derrotar ejércitos. A Chávez, "Por Ahora".
A pesar de todos los obstáculos y reveses, el pueblo bolivariano seguirá el camino de la construcción del Socialismo, convencido de ser el único que nos garantiza la felicidad y la sobrevivencia de la especie, desecharemos los atajos que conducen a derrotas.
¡Con Chávez todo, sin Chávez nada, llegó la hora de la lealtad!