Si se actúa con el equilibrio requerido y se hace una encuesta, casa por casa, en toda la ciudad y se le pregunta a sus habitantes si quieren que el Comandante Chávez siga al frente del gobierno bolivariano revolucionario, sería altamente difícil que perdiera, porque, pese a todas las cosas que suceden en esta nación, todos sus habitantes y los que están en el mundo saben que el único líder nacional con rango internacional que existe en este país es el jefe de la revolución venezolana.
Todo lo que han inventado, hasta ahora, que si el chavismo sin Chávez, que si fulano es su delfín, que si ahora la oportunidad es de zutanito, que debe haber alternabilidad en el poder y permitir que perencejo tenga su posibilidad, es pura y simple paja, porque el que tiene el carisma, que actúa como un educador cada día, que habla con la gente, que es capaz de compartir duros y alegres momentos con las personas, que tiene una visión de futuro para el país, que piensa en los pendejos y no en los bolsillo, ese, ¡quiéranlo o no! es el Comandante.
Pueden hacer la lista que quieran: Que si mengano es un tipo con tres títulos; que si este se las trae porque tiene carácter; que si el otro es un gran pensador y sabe como responder; que si este otro es un personaje muy educado; y el otro habla cinco idiomas y pare de contar.
No sólo los resultados electorales hablan por si solos, sino que todos en Venezuela vimos como Chávez, igual que el hombre de la emulsión, se lanzó la campaña al hombro, porque si no lo hace…
Esto tienen que reconocerlo todos. Lo único que les recomendamos desde aquí a los que se creen líderes, es que saquen sus cuentas. Todos aquí sabemos lo que ha hecho y seguirá haciendo la revolución: seguir educando y formando a los ciudadanos, dándole salud al que la necesite, recuperando a los que algunos califican de irrecuperables, pensando en las familias, en los pensionados, en los discapacitados, en los negros, blancos, e indígenas sin distinción alguna, porque esa es la naturaleza de un hombre que cree en el proyecto revolucionario y cada día lo sazona más, que no es el jefe del poder para hacer negocios y que será el primero en mostrar su declaración jurada de bienes al país y si llega a tener algo es porque se lo regalan y si acaso quedará con su pensión. Eso lo ve uno desde la calle. Es un hombre al que todo el mundo le tiene confianza porque es el único que siempre esperanza y crea soluciones para la gente. Así de sencillo.
Los ancianos, las personas de pocos recursos, los niños y los jóvenes lo vienen diciendo desde hace años en las calles y la respuesta de los inconscientes, racistas y fascistas de la oposición (¡analicen ese derroche de inteligencia!) sigue siendo la misma, es decir, que la revolución, con el Comandante al frente, le da a sus seguidores franelas rojas, carteritas de ron y les pone cien bolívares a la gente en la mano y autobuses para llevarlos a cualquier manifestación.
No hablamos de buscar un verdadero líder en la oposición porque eso no tiene sentido, pues aquí no hablamos de líderes para los negocios sino de hombres con mentalidad social, que piensen en las personas, en la población. Lo que si debería ocurrir lo más pronto posible, en la profundización de la revolución, es concretar la idea esa de que los funcionarios muestren, siempre, de qué viven, cómo viven, y qué tienen antes de ingresar a los cargos y después de dejarlos, porque es imprescindible que todo gobierno revolucionario siempre esté revestido de ética y por eso no se puede aceptar que la impunidad siga corriendo, porque le estaríamos haciendo daño a la revolución.
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