En los últimos diez años, la política ha sacado de sus casas a miles de ciudadanos. Ni siquiera las telenovelas entretienen a las venezolanas, quienes prefieren estar haciendo política en sus comunidades a estar engordando viendo una historia ficticia. Y si los venezolanos están haciendo política, sin importar su preferencia ideológica, es por la sencilla razón de que se puede participar, se puede decidir, se puede actuar. Se votó por una asamblea constituyente, se votó por una constitución, se votó por un presidente, se votó en un referendo revocatorio que sacaría al presidente si lo hacía mal, se votó nuevamente por ese presidente, se votó en unas primarias para definir las candidaturas del partido político que está en el gobierno. Y ahora se propone votar para que los ciudadanos puedan decidir si desean la continuidad de una propuesta de gobierno. La oposición participó en algunos comicios, en otros se abstuvo, pero siempre perdió. Porque incluso en la consulta de la reforma perdió, pues se desmoronaron todos los argumentos que acusaban al presidente de dictador. Si en algo benefició en las elecciones regionales a algunos candidatos del PSUV, fue la certeza de los venezolanos de que existe una verdadera democracia participativa en el país. La prueba de ello, fue la baja abstención.
De manera ridícula personajes de la oposición se esfuerzan en negar que la gente está en la calle participando libremente. Algunos de ellos haciendo lo que se les da la gana, violando los derechos de otros. Los estudiantes que lideraron la campaña contra la reforma, fueron candidatos políticos, pero los siguen llamando estudiantes y los medios obvian que son dirigentes de partidos del pasado. Reciben dinero, cargos públicos y nada de ello resulta ilegal, pero sí inmoral cuando pretenden engañar al resto del estudiantado. Algo sucede en la universidad, podrido y nefasto, que debe ser atendido antes de que la mafia autónoma que opera dentro de ellas siga destruya las bases morales de la educación superior. ¿Cómo es eso que lideres estudiantiles intenten violar una mujer y sean protegidos por la iglesia?, ¿cómo explicar que estudiantes cobren por cupos universitarios, comisiones a empresas constructoras que realizan obras dentro de las universidades?. No debe extrañar como han involucionado algunos gremios como el de abogados, periodistas y médicos, por tan sólo mencionar los más grotescos. Quien no crea en lo que digo, está en su derecho. Engañarse a si mismo es un acto voluntario.
Sin embargo, los más peligrosos son quienes manipulan a los estudiantes y los educan para ser mafiosos y delincuentes. Esa manera de dirigir un canal de TV del mediocre Ravel, debe ser juzgada, así como fueron juzgados dueños de medios en Ruanda. No se trata de cualquier mediocre, sino de uno que se involucra en asesinatos, además de promoverlos. Ya no hablamos de política, hablamos de mafia, de crimen organizado. Y estos mafiosos pretenden gobernar el país nuevamente. Es una lástima que en la oposición no existen otras alternativas decentes. Y una gran oportunidad para los ciudadanos, el tener el derecho a seguir decidiendo libremente.
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