Los fascistas quieren aconsejarnos para no nos equivoquemos. Ahora estos apologistas del caos y de la barbarie pretenden hacernos crear que el Comandante Chávez, por su “temperamento”, es el único responsable de las confrontaciones que se viven en el país, y que su reelección agudizaría las confrontaciones en el país. Teodoro Petkoff y compañía, miembros de esa mal llamada “oposición” –verdaderos agentes del imperialismo- subestiman la inteligencia de nuestro pueblo. El soberano es consciente de que la lucha de clases que se libra en Venezuela es inevitable. Es la burguesía o es el pueblo quien se impondrá y guiará los destinos del país. La decadente sociedad de clases empeora y desespera a la par de la crisis mundial del sistema capitalista. Sus caretas caen dejándonos ver el espantoso rostro que ocultan.
Solo de la lucha de clases depende el nacimiento de la nueva sociedad humanista propuesta por la revolución. Es natural que en toda revolución verdadera se acentúen la lucha de clases, y que la clase desplazada intente desesperadamente recuperar los espacios perdidos. El desespero los conduce al terror. Palestina es el más dramático ejemplo de lo que ellos son capaces.
Con el advenimiento de la revolución la clase desplazada del poder, la burguesía, no ha dejado de azotar con su látigo para castigar al pueblo. A cada propuesta del gobierno nacional que busca proveer de soluciones al país y de ampliar la democracia popular y participativa, ha seguido la arremetida violenta de la burguesía con golpes de Estado, sabotaje petrolero, desabastecimiento, especulación, etc. Pero también, a cada arremetida violenta la revolución ha respondido con mayores medidas que tienden a profundizarla más. La violencia ha sido el recurso de las clases desplazadas quienes, cada vez más, ven muy lejos la posibilidad de secuestrar nuevamente en el poder del Estado. La actual coyuntura política motivada por la necesidad de enmendar la Constitución de la República en el sentido de eliminar aquellas restricciones que le impiden al pueblo poder reelegir al Presidente y todos los cargos de elección popular cuantas veces quieran, ha despertado al demonio burgués.
Macabras ideas rondan por las mentes de la dirigencia opositora y de sus hijos. Nuevamente la lumpen burguesía venezolana pretende imponerse con el crimen, el terror y la muerte. Su estrategia es de desmovilizar al pueblo y culpar al Presidente del caos. 6 paramilitares colombianos han sido capturados en las cercanías de Caracas; grupos de facinerosos amenazas con bombas molotov a varias ciudades; queman el cerro Guarairarepano. Los especuladores se preparan para llenar sus bolsillos. La violencia es también hija del perdedor. El Estado revolucionario estará obligado a actuar ¡LA ENMIENDA es la garantía de la paz con justicia social! ¡La ENMIENDA SI VA!
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