Extensión de la enmienda

He señalado que la extensión de la enmienda constitucional a todos los cargos de elección popular es inconveniente, independientemente que hará que gobernadores, alcaldes, diputados y concejales se interesen en movilizar gente el día de las votaciones, pues el beneficio les ha sido extendido. Ésta posibilidad, que funcionaría positivamente en el sentido de la aprobación de la enmienda, pudiera sin embargo no funcionar como se prevé, ya que en las regiones, los municipios y las parroquias existen muchísimos dirigentes, militantes y activistas populares, para quienes la postulación indefinida de los actuales gobernantes trae consigo el diferimiento, también indefinido, de sus aspiraciones. Esto es más grave en el caso de cargos ocupados actualmente por funcionarios que están en su segundo período, de quienes se suponía no podían postularse nuevamente dejando el camino libre a los nuevos aspirantes.

En esa situación están los secretarios de gobierno que anhelan la posición de gobernador, alcaldes de grandes municipios que desean dirigir ahora el destino de su estado, concejales que desean ser alcaldes o diputados regionales, así como diputados regionales que quisieran verse en la Asamblea Nacional. De la misma forma que la actitud de los actuales gobernantes fue percibida como indiferente ante la enmienda, pues la misma no los favorecía, así percibo a quienes estando por debajo de ellos se ven perjudicados en sus aspiraciones con la extensión de la enmienda a todos los electos popularmente. El efecto de esta situación no ha sido evaluado objetivamente y sólo estoy señalando que puede tener un impacto negativo en la votación del “SÍ”.

Por otra parte, la reelección en las regiones y municipios es algo que se da con mucha mayor facilidad que en el nivel de la Presidencia de la República. Ya en la cuarta república, los cargos de diputados y senadores tenían la característica de la repostulación y la reelección consiguiente. Recuerdo a Armando Sánchez Bueno, diputado de AD, quien presidió la Comisión de Finanzas del Congreso por muchos períodos; recuerdo a Canache Mata, también de AD, quien siempre fue diputado, pues al parecer no quiso nunca ejercer su otra profesión. Juan José Caldera fue varias veces diputado, algunas por COPEI y otras por Convergencia. Esta situación, de haber tenido siempre las mismas caras en el Congreso, la cual me parecía chocante, ahora sé, que se debe a que es mucho más democrática la reelección en un cargo que la alternabilidad en el mismo.

Alguien me decía que por fin había encontrado algo en lo cual la cuarta república se adelantó a la Venezuela revolucionaria: Le daba al pueblo el derecho de poder reelegir a sus diputados, sin limitaciones “absurdas” como las derivadas de la alternabilidad. No todo era malo y equivocado en la Venezuela puntofijista; el Presidente le reivindicó este punto. Espero que no sigamos reivindicándoles más nada.


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Luis Fuenmayor Toro

Médico-Cirujano, Ph. D., Ex-rector y Profesor Titular de la UCV, Investigador en Neuroquímica, Neurofisiología, Educación Universitaria, Ciencia y Tecnología. Luchador político.

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