Sigue avanzando febrero, siempre rebelde. Y el Gobierno Bolivariano sigue también su marcha, impulsando junto al pueblo y los trabajadores, el Proyecto Nacional Simón Bolívar.
El viernes pasado arrancó el plan de créditos de este año, cuyo monto sobrepasará la suma de nueve mil millones de BsF.
Son créditos otorgados a las cooperativas, a las micro-empresas, a las pequeñas y medianas industrias, a la economía comunal, a la economía social, por el nuevo sistema financiero público, a tasas muy bajas, entre un seis y un doce por ciento anual.
¡Es realmente grande el cambio ocurrido en Venezuela gracias a la Revolución Bolivariana! Aquí nadie le daba apoyo crediticio a las pequeñas empresas, mucho menos a las cooperativas.
Todos estaban en manos del capitalismo salvaje y su voracidad especulativa. ¡Eso se acabó en Venezuela; y eso es precisamente lo que vamos a preservar con el voto por el SÍ el 15 de febrero!
Al día siguiente, el sábado 7, nos fuimos de nuevo a las profundidades de Petare, ese barrio gigante, alegre, rebelde y querido.
Remontamos sus calles ruidosas y mientras subíamos, iba yo recordando a ese ilustre petareño que fue César Rengifo y su verso encendido:
“Oigan todos,
Que traigan por las bridas
Un potro de pólvora y tormenta,
Porque Ezequiel Zamora
Ya despierta,
Y hay una tempestad
Por los caminos.”
Quién lo duda, César. ¡¡Hay una tempestad por estos caminos!!
Allá arriba, en La Bombilla, fue la asamblea. Iniciamos el programa de apoyo a los Consejos Comunales, a los Bancos Comunales, a las Mesas Técnicas, es decir, al Poder Popular. ¡¡Es la Misión 13 de Abril!!
La meta para el 2009 llega a más de cuatro mil millones de BsF (cifra equivalente a dos mil millones de dólares).
En este caso, entregamos cerca de doscientos millones de BsF a los Consejos Comunales, ¡sólo para sustitución de ranchos y rehabilitación de miles de viviendas!
La revolución, como decía Kléber Ramírez, debe producir dignidad, además de ciencia y alimentos. Con ese fin nacieron las misiones socialistas.
Esto jamás se había visto en Venezuela, hasta que llegó la Revolución.
¡¡Y esto es precisamente lo que vamos a cuidar y a reimpulsar el próximo domingo 15 de febrero votando por el SÍ!!
Luego, cuando bajábamos, ya cayendo el sol, Petare explotó de júbilo y de pasión patria.
Por allá, a lo lejos, entre la marea de pueblo, me pareció ver a César Rengifo jineteando un caballo de pólvora y tormenta. Y una banderola roja en alto: ¡¡Uh, ah, el pueblo SÍ VA!!
Y el domingo 8 nos fuimos a Falcón, allá por donde precisamente hace 150 años, Ezequiel Zamora y Juan Crisóstomo Falcón, iniciaban la Revolución Federal:
“Tierras y hombres libres,
Elección popular
Horror a la oligarquía.”
Inauguramos el gran Acueducto Bolivariano de Occidente, después de cinco años de intensa labor. Ya no será cierta aquella exclamación de Juan Liscano: “Esta tierra está muerta de sed”.
¡Agua, agua para el pueblo!
Ciento cincuenta kilómetros de acueducto, desde Matícora hasta Punto Fijo, con su moderna y gran planta potabilizadora de Buchivacoa, nos permiten ahora proveer de agua potable a más de 600.000 personas en toda esa costa falconiana.
¡Sólo la Revolución Bolivariana pudo llevar el suministro de agua potable en menos de diez años a más del 90% de la población venezolana!
Y esto es ciertamente lo que vamos a cuidar, a preservar y a fortalecer, votando todos y todas por el Sí el 15F.
Después continuamos al Zulia y llegamos por Lagunillas, bajo una tonelada de sol y un pueblo hecho llamaradas. Y finalmente, llegamos a Maracaibo y nos fuimos a la combativa parroquia “Cristo de Aranza” y sus barrios desbordados.
Pero, compatriotas, no lo olvidemos: el gran desafío que tenemos ahora por delante es convertir toda esa masa en votos por el Sí, para continuar construyendo la patria digna, la sociedad socialista.
Vamos todos y todas. Vamos con todo. El doble ataque blindado debe ser arrollador.
¡¡Sí… Sí… Sí…!!