"... Habrá que pisar el acelerador, enfrentando dificultades como el descenso de los precios del petróleo. Chávez deberá mostrar que puede gobernar con eficacia en tiempos de vacas flacas."
Uno de los gajes del oficio de redactar columnas de prensa se presenta en circunstancias como las actuales, cuando se debe escribir, 48 horas antes de las elecciones, la crónica sobre un evento cuyos resultados precisos desconozco, por más que mis premoniciones sean acertadas.
Así pues, no puedo referirme a los detalles del resultado electoral que aún a estas horas los expertos estarán desglosando para averiguar cómo y por qué los votantes adoptaron ciertas actitudes en determinadas localidades del país.
Lo que considero como un hecho que nadie podrá discutir es que el presidente Hugo Chávez seguirá ejerciendo la Jefatura del Estado hasta enero de 2013, sea cual sea el resultado de la elección realizada ayer.
También sé a ciencia cierta que el comandante revolucionario tendrá que echar el resto durante los cuatro años que le quedan en este período constitucional si quiere repetir como Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, lo cual no solo no oculta, sino proclama abiertamente.
Tenemos, hasta ahora, una especie de sinfonía inconclusa, que suena muy bonita, pero carece de los acordes finales. Son muchas las metas alcanzadas y consolidadas en el terreno de la concientización, de la lucha contra el analfabetismo, la participación de las comunidades más pobres en la toma de decisiones políticas y el conocimiento de sus derechos constitucionales.
Esos logros no tienen vuelta atrás y crearon una nueva realidad social que nada ni nadie podría eliminar, así se impusiera un régimen represivo e intolerante en el Gobierno, cosa que bajo ningún esquema lógico se considera posible.
Existen, sin embargo, otros asuntos sobre los cuales las excelencias de las realizaciones gubernamentales son menos evidentes, pues se trata de obras de infraestructura que deberán estar terminadas y puestas en servicio para la fecha de la próxima elección presidencial, si se quiere asegurar que los resultados sean favorables al candidato revolucionario.
Es en ese terreno donde habrá que pisar el acelerador, enfrentando dificultades como el descenso de los precios del petróleo. Chávez deberá mostrar que puede gobernar con eficacia en tiempos de vacas flacas.
