“La esperanza y el temor son inseparables y no hay temor sin esperanza, ni esperanza sin temor”… Francois de la Rochefoucauld.
La oposición venezolana sigue sin entender, sigue errática, y sin dar en el clavo del porque, la Revolución Bolivariana a más de 14 consultas electorales se mantiene victoriosa y sembrada en el alma de las clases populares más pobres de Venezuela. Siguen percibiendo al pueblo pobre como una masa amorfa de electores, pero no se ocupa, ni se ocuparon cuando fueron gobierno central, y en los gobiernos regionales y municipales (antes y ahora), de buscarle la solución y paliativos a sus inmensos problemas, de ese pueblo pobre de venezolanos.
La hibrida dirigencia opositora, esta amalgamada e integrada por grupos y partidos políticos contradictorios entre si mismo, no están en capacidad ideológica de presentarse a la opinión publica venezolana como una fuerza política cohesionada y con un proyecto de país firme y creíble por no estar cohesionada doctrinariamente; y cohabitar juntos partidos como Bandera Roja (BR) y el ultra derechista Primero Justicia (PJ) por nombrar solo dos de ese pasticho ideológico.
Es harto difícil hacerle oposición al gobierno bolivariano en sus tres niveles de poder: central, regional y municipal, que distribuyen los ingresos disponibles entre la población en una forma más equitativa y equilibrada que durante los gobiernos anteriores de la IV Republica, y donde hoy son gobierno regional y municipal en la V Republica. La Revolución Bolivariana en esta distribución de los recursos, favorece más, a los sectores pobres utilizando la distribución de los recursos y servicios a través de las misiones sociales, la educación y la salud. La dirigencia opositora venezolana tiene un grave problema de credibilidad entre la población, porque ellos desde el poder siempre favorecieron con sus políticas a las clases más privilegiadas de la sociedad venezolana.
Hugo Chávez ha invertido las ganancias generadas por la exportación petrolera, en mejorar la calidad de vida del pueblo más pobre y desposeído a través de políticas de inclusión social y humanistas. Los seis millones de venezolanos que le dijeron SI a la Enmienda el 15F, perciben al gobierno bolivariano de otra manera, ya que la disminución de la pobreza en Venezuela es un hecho público, notorio y comunicacional.
Es un éxito que está empezando a notarse visiblemente, aunado al crecimiento económico de la patria. Sabemos que los años por venir no son nada fácil para seguir en el trabajo de desarrollo de la nación, logrando el fortalecimiento de la democracia bolivariana, por lo difícil de la situación económica del mundo globalizado. El Presidente Chávez a lo largo de sus intervenciones públicas ha demostrado que conoce profundamente la historia.
El triunfo del SI por la enmienda, es también el triunfo de su política exterior y de solidaridad con los países latinoamericanos y caribeños y punto clave para la articulación e integración política y económica de toda la región.
En su discurso la noche del 15F desde el balcón del pueblo en el palacio de Miraflores, prometió profundizar y mejorar los programas sociales en las áreas de: salud, educación, vivienda etc. Y también le respondió a la oposición verraquera que luchará a fondo contra la inseguridad y el crimen en las calles, la corrupción, el despilfarro y la burocracia ineficiente para tener un balance de gestión positivo para las elecciones del 2012. Además prometió reformas profundas en las instituciones de los cinco poderes del estado. “La Republica Bolivariana necesita instituciones verdaderamente nuevas entregadas al servicio publico” Hugo Chávez dixit.
Los retos futuros de gestión pública de las políticas sociales del gobierno bolivariano es la parte más neurálgica de su gestión administrativa.
Percasita11@yahoo.es
