Antes de comenzar a escribir este texto de opinión, debo confesar ser discípulo de José Vicente y tener un respeto infinito hacia su persona, por ende no se trata de entrar en polémica, sobre lo que él ha difundido.
En primer lugar debemos ser explícitos y tener muy claro con quienes vamos a dialogar. Es cierto que la oposición tiene algo más de cinco millones que no están de acuerdo con el gobierno que lidera el comandante Chávez, lo que es un contingente muy apreciable que no hay que desestimar.
El comandante Chávez en un sinnúmero de oportunidades, ha extendido sus manos llamando a ese pueblo venezolano a participar en este país, y a comenzar a trabajar por una patria en la que todos tienen cabida a través de este gobierno humanitario y socialista.
Yo le pregunto a José Vicente: ¿Hay posibilidad de diálogo con los golpistas de abril de 2002? ¿Hay posibilidad de diálogo con los que están detrás de un magnicidio? ¿Hay posibilidad de diálogo con los que se reúnen con el imperio buscando soporte económico para conspirar, como ocurrió con el reciente pacto de Puerto Rico?
¿Habrá posibilidad de diálogo con los venezolanos que aún no se dan cuenta de las bondades de este gobierno bolivariano y de la nobleza del Presidente Chávez? Algunos ya comenzaron a reconocerlo, y creo sin temor a equivocarme que cientos de miles que seguían a estos disociados sicóticos tomarán el rumbo verdadero y cierto de Patria.
Creo que nuestras mentes son muy frágiles y olvidadizas, por ejemplo es valedero recordar cuando esos “demócratas” que hoy dicen querer diálogo, desfilaban durante la autoproclama de Pedro el Breve como Presidente, recordemos cuando “changallup” vomitó los epítetos más hirientes sobre la majestad del Presidente de una República, la guerra sin cuartel declarada por Globoterror bajo la guía del Fantástico Ravell; Así podríamos seguir enumerando hechos patéticos de una gran cantidad de estos demócratas que hoy quieren diálogo, los mismos que gritaron a los cuatro vientos, luego de la irrefutable victoria del Sí por la Enmienda Constitucional, que se ganó con fraude, por la tinta indeleble adulterada, etc., etc.
Por lo mencionado anteriormente mi dilecto José Vicente, el diálogo debe hacerse con los recuperables, aquellos que con avances en el combate contra la inseguridad, la corrupción y la impunidad, la burocracia y la ineficiencia de las instituciones públicas, se alistarían gradualmente como soldados de esta revolución., y gran parte de esta tarea está en manos de los colaboradores del alto gobierno del comandante. Pero considero que es imposible un diálogo con los que han perdido y seguirán perdiendo poder, “el capitalismo mundial”, que se apoyan en los apátridas, los golpistas, los que quieren el magnicidio, que consideran que hay seres humanos de primera, segunda y tercera en función del dinero que se posea y del color de la piel. Éstos por tener un estatus económico personal intentan volver al pasado, pero ELLOS JAMÁS NUNCA VOLVERÁN.
