Lo que puntualizó el pasado viernes el Presidente en Coro, fue un hecho de tal trascendencia que podría hurgarse en la historia política reciente de la revolución, en la búsqueda de alguna afirmación parecida y no se lograría el objetivo. Dio coordenadas el presidente a la práctica del socialismo. Dijo el presidente, que Falcón era la localización ideal para adelantar la práctica socialista. No lo dijo, pero casi lo grita, que una de las grandes debilidades de los gobiernos regionales para lograr adeptos a la revolución, es precisamente por el efecto pernicioso de dilatar los procesos políticos del socialismo, malogrando las ventajas que se desprenden de él. Y por supuesto desaprovechando los impactos que se pudieran dar en su práctica. Porque los grandes recursos con que cuenta este estado Falcón, deben constituirse en los elementos propagadores de la idea socialista. Entonces di tú, petróleo en tierra y aguas, tierras fértiles y ganadería hasta en los desiertos, minerales a granel, refinería de lo más grande, turismo del bueno y gente cordial... Quién diría que allí no están los instrumentos socioeconómicos para cambiar las estructuras de producción... Y el presidente lo sabe. Ahí están dijo, las herramientas del socialismo, en cada hogar para sentirlo, en cada escuela para estudiarlo, en cada barrio para discutirlo y en cada fábrica para aplicarlo. Porque es que el socialismo sin práctica es un gamelotal. O sea que es un gamelotal lo que hasta ahora se ha estado haciendo. Una excelente oportunidad para desplazar ese gamelotal es iniciar los procesos de expropiación de los terrenos ociosos de perverso engorde capitalista, así como direccionar los beneficios de los recursos mineros totalmente a las comunidades más pobres. Hay que pensar entonces, que la dinámica política genera una balanza inexorable, o ganamos gente con procesos de socialización que incluya a los que aún con necesidades, mofan la revolución, o los perdemos con rumbo a otros derroteros que mayores calamidades les habrán de causar. Es simple la ecuación. Y para resolver esa ecuación a favor del socialismo, es necesario darle a ése proceso un sentido de ubicuidad, para que así no haya duda en nadie de que el socialismo es capaz de estar en todas partes.
(*) Ingeniero Geólogo
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