Don Manolo de los Rosales,
“Corregidor de la capitanía de Maracaibo”, ni se corrige ni lo
enmiendan. Toda vez que sus fechorías están por llegar a su fin, despotrica
del Reeégimen ante una docena de micrófonos de medios golpistas, que
a él se le antojan como tramojos y ladra con aparente coraje.
Ya ha esmollejao
tres blackberrys lanzándolos contra el suelo, como catarsis ante el
atropello sufrido en carne propia y en su humanidad. Cuando supo que
lo privarían de su libertad, quedó privado. Pero lo pensó un momento
y discurrió: Verga primo, mejor que me entrevisten ya, porque ¿Y si
me arrestan y me meten preso?
Cuánto derroche de coraje,
qué aplomo tiene el encandilado. Audacia extrema al hablar de cobardía
presidencial y al mismo tiempo hacer un llamado a la insurrección ante
los medios, pues no teme que el tirano le tape la boca y le cierre las
orejas equinas. Parece que le descentraliza la piedra que los dejen
sin puertos ni aeropuertos y hasta sin puente. Qué molleja ¿Y ahora
por donde me escapo?
Es un can medio lunático,
pues insiste conformar la media luna con el otro perro del Táchira
y por eso tratan de encrespar los ánimos de sus cachorros diciendo
que el Zulia va a arder por los cuatro costados y que enfrentará al
Líder Comandante en todos los terrenos. Será que tiene algún latifundio,
Don Manuel.
Lo cierto es que huye
–una vez más- hacia delante. Quiere etiquetar a quienes viven y profesan
la democracia, con sus truculencias y desmanes fascistas. Peor, pretende
ocultar su cobardía y pusilanimidad ladrando ante los medios amenazas
estériles contra el Líder Comandante y la Revolución.
De lo único que debemos
cuidarnos en cuanto a este mamarracho filosófico, es que no se escape
como ya lo hicieron Carmona Estanga, Eduardo Lapi, Carlos Ortega,
Nixón Moreno y otros cuantos despreciables. En el circo de la impunidad,
nada resultaría más triste que seamos los hazmerreír de este
engendro de payaso, si logra huir del país. La jodedera mediática
pitiyanki sería grande.
Ojo pelao, pues si algo
ha demostrado hacer bien la dirigencia opositora, es un plan de fuga
para sus “estrellas fascistas” y luego convertirlos en víctimas
del proceso, con proyección internacional.
Que no se pire la Piro Piro.
pladel@cantv.net