En 2000, el Círculo de Periodistas Deportivos levantó una calificada encuesta sobre el deporte venezolano en el siglo XX.

El triunfo en la IV Serie Mundial de Beisbol en La Habana fue declarado como la hazaña del siglo. Apenas exagero si digo que lo que es el beisbol venezolano de hoy se le debe a esa victoria. Desde entonces, la pelota es pasión nacional.

No sé que sucedió anoche contra Corea del Sur, pero el desempeño de un colectivo venezolano en el exterior que más se le parece es esta participación. La dirección a cargo de Luis Sojo; el pitcheo, tan fundamental en el beisbol que Coaina García decía, cuando iba al palco de prensa del Universitario, que es el 70% de un juego; una defensiva casi impecable, y la ofensiva oportuna y sólida. A todo esto, que no es poca cosa en la pelota, añádale un espíritu de equipo, un entusiasmo y camaradería que pocas veces se ve en un conjunto.

Si sus victorias no fueron recibidas con la misma alegría que otras veces se percibe en Caracas apenas terminan ciertos juegos, se debe, creo, a la conflictividad del país. Fue suficiente que el presidente Chavez mostrara su interés en el equipo, hablara con el mánager con frecuencia, estuviese pendiente de los juegos como cualquier aficionado, para que los "contaminara" a la vista de los rabiosos antichavistas.

Sólo dos manchas: una deportiva, cuando EEUU apaleó a nuestra novena, y otra antideportiva, cuando un minúsculo grupo de fanáticos abuchearon a Magglio Ordóñez y ¡aplaudieron al pitcher holandés cuando lo ponchó! La primera fue borrada con los dos triunfos venezolanos sobre los estadounidenses; la segunda por la reacción de los propios aficionados en Miami, naturalmente, la solidaridad de sus compañeros y el apoyo en nuestro país.

Dos sorpresas mayúsculas. No tanto que el beisbol dominicano fuese eliminado, sino que lo hiciera Holanda, casi decir, Curazao. Mayor fue la derrota de Cuba, 24 veces campeón mundial, tres veces olímpico, nadie sabe cuántas veces campeón centroamericano, panamericano e intercontinental. Es razonable preguntarse por qué, si en 2007 estuvo en el grupo latino, ahora lo metieron en el asiático. Cuba tendrá que revisar su beisbol si quiere mantener su bien ganado prestigio. Fidel Castro reconoció que los errores estuvieron en ellos, en los gobernantes.

Las reglas del Clásico deben ser modificadas. Todo no puede estar en manos de las Grandes Ligas. La limitación de los pitcheos se hace para defender intereses de los equipos de la Gran Carpa, no de las naciones, como correspondería tratándose de un campeonato de países, no de clubes.

Si es de una competencia mundial, debe existir un comité internacional que tenga capacidad de tomar algunas decisiones; no sé si quedó planteado.

Para el cierre dejé un asunto espinoso. La Federación de Beisbol recibirá más de 1 millón de dólares, que si los cambia a BsF 5, como lo hizo hace dos años, tendrá unos 6 millones de bolívares fuertes.

Cantidad que pueden comparar con lo que recibieron las federaciones el año pasado del Ministerio del Deportes o el IND. Tan elevada cantidad debe ser administrada transparentemente. Sin lugar a las dudas que dejó el reparto de 2007. El país debe saber cómo se distribuyen tantos reales, cuánto recibirán los peloteros, cuánto los directivos, cuánto para el beisbol menor.

En fin, cuentas claras.


En esta Venezuela parece que nadie de la oposición puede cometer delitos de ningún tipo, menos en la administración.

Cualquier intento de juzgarlo es una retaliación política y genera la solidaridad automática. Recuerden lo que sucedió con dos gobernadores de Yaracuy. Al chavista Carlos Giménez se lo destituyó de su cargo y no pasó nada, creo que está enjuiciado; pero al ex gobernador Eduardo Lapi se lo enjuicia, se fuga y enseguida la oposición estuvo a su lado.

En Washington consideran que Obama fue poco comprensivo a los planteamientos del presidente Lula sobre las relaciones con Venezuela, como si se conservara la influencia de los asesores de Bush y se desconociera los cambios habidos en América Latina. En cambio, con Irán sorprendieron sus propuestas.

Mientras tanto, en la reunión de Chávez con el senador Willian Delahunt exploraron vías para mejorar las relaciones que ambos Gobiernos necesitan. En Miraflores, en alguna libreta están los nombres del posible embajador en EEUU.

"Los tiempos cambian y Costa Rica tiene que cambiar con ellos", dijo el presidente Oscar Arias para anunciar la reanudación de relaciones con Cuba.

Donde parece no darse cuenta de esos cambios es en Washington y aquí, muchos de la derecha y de quienes siguen creyéndose de izquierda.

En 50 años de la revolución cubana, son numerosas las patrañas e intrigas difundidas, pero nunca imaginé que un tipo como Jorge Castañeda, canciller de Vicente Fox, también montara su olla, esta sobre ¡la conspiración de Chávez con Pérez Roque y Lage contra Raul Castro! Castañeda ha sido tan controversial en México que alguna vez fue acusado de servir a la CIA.

¿Hasta dónde llegará la decisión del Tribunal Supremo de combatir la corrupción en el Poder Judicial? ¿Por qué demoró tanto tiempo en tomar esa iniciativa? ¿Acaso comenzaron a aplicar las tres R? ¿Cuando tendremos un primer informe sobre esa depuración?

Si realmente quieren averiguar a fondo las orígenes de la propiedad del hato Caroní, en Barinas, sería bueno que el presidente del Inti, Juan Carlos Loyo, siguiera las pistas a las denuncias de Pablo López Ulacio en La Razón del pasado domingo.

Cuando se hable de integración latinoamericana, no olviden los servicios de correos. El miércoles 18 recibí una tarjeta de navidad de la embajadora Nora Uribe, despachada tres meses antes, el 15 de diciembre, según matasello de Asunción.

edrangel@cadena-capriles.com