El Exilio es conocido hoy en día cómo la posibilidad de expatriarse por motivos Políticos o Delictivos; durante mucho tiempo esta practica se viene ejerciendo para huir de los captores de quienes lo persiguen; sin duda alguna, incontables personajes de la historia han sido objeto del exilio político, cómo Bertold Bretch, Karl Marx, León Trotsky, Vladimir Lenin, José Martí, Luisa Cáceres de Arismendi, Francisco de Miranda, Manuela Sáenz, Víctor Hugo, Simón Bolívar entre miles; profundizar en la vida de cada uno de estos ilustres camaradas no es la intensión de éste articulo razonado, el interés es conocer la otra cara de la moneda, cómo la vida en el exilio del delincuente, ejemplo de ello podemos indicar a Jasón Derek Brown, un prófugo de la justicia por haber cometido innumerable asesinatos y robos a mano armada, hoy en día buscado por la Interpol; Saad Echouafni, otro prófugo buscado a nivel internacional por fraude en compañías de comunicación; Nixon Moreno, un prófugo buscado por la comisión de actos lascivos contra una funcionaria policial e intento de homicidio contra otro funcionario, además de encabezar disturbios en el orden público; Pedro Carmona Estanga, es otro prófugo de la justicia, por dar un golpe de Estado; Posada Carriles es solicitado por la justicia por su participación en la voladura de un avión de Cubana de Aviación en octubre 1976, donde viajaban 73 personas, en su mayoría deportistas pertenecientes al equipo de esgrima de Cuba; Patricia Poleo se busca por ser una de las autoras intelectuales en el asesinato de Danilo Anderson; Eduardo Lapi, Molina Tamayo y el mismo Osama Bin Laden entre otros. Queridos lectores analíticos, en estos días, la Nación vuelve ser una vez más golpeada por la cobardía ponzoñosa de la corrupción cuando se deja escapar a un corrupto de alta calaña, cómo lo es, el filosofo del Zulia Manuel Rosales; el cual, actualmente está imputado en el Ministerio Público por enriquecimiento ilícito, pena ésta, que darse por sentenciada estaría condenado entre 3 a 10 años de presidio; lo interesante no es éste particular, ya que si el imputado tiene elementos probatorios para objetar tal imputación, el temor a enfrentarse a la justicia debe ser desechado; lo “curioso” es que al imputado al consagrarle el Articulo 125 del Código Orgánico Procesal Penal, tiene cómo ventaja de conocer del hecho imputado, el cual ésto le daría una visión clara de cómo podría culminar el juicio ordinario; es por ello que el Filosofo del Zulia tomó la vía más fácil y es, solicitar asilo en Perú, es decir, fugarse del país para no enfrentar la justicia venezolana, y así no presentarse a la causa jurídica con responsabilidad y gallardía, ya que su acción fue de carácter irresponsable y objeto de criticas colectivas; la cual, al producirse su fuga, terminó en la lista de los irresponsable que le han causado daño a nuestra Nación y a otras, huyendo cómo múridos mientras se les hunde el Transatlántico de papiro. Sin embargo, la justicia estará allí presente, esperando atrapar a los que hoy en día están desbordando el Tesoro Nacional enriqueciéndose de manera indebida, sean quien fuere, Hombre o Mujer, porque la justicia tiene el CORAZÓN DEL LEÓN.
Estudiante de Estudios Jurídicos