Todos los seres vivos tienen mecanismos de defensa adaptados a sus condiciones vitales. De nada serviría a un Elefante tener las garras de un Tigre y carecer de trompa, poco haría un Perro con las branquias de un Carite.
Así pasa con las Revoluciones, cada una debe construir sus mecanismos de defensa de acuerdo a sus circunstancias, a su tiempo.
Las revoluciones que llegan al poder por la vía armada, tienen unas hipótesis de ataques y unos mecanismos de defensa que les son propios. El factor militar es determinante, armar al pueblo es decisivo, sin olvidar el componente ideológico y político que siempre es guía capital.
En las revoluciones pacíficas, en las que se arriba al poder por elecciones dentro del sistema oligarca que se quiere superar, siguiendo sus reglas, la situación es más compleja. Estas revoluciones tienen sus propias leyes, sus mecanismos de defensa son peculiares.
Estudiemos a la Revolución Bolivariana y tratemos de establecer los mecanismos de defensa que les corresponden en estas circunstancias y en este momento.
En las primeras etapas de la Revolución, la oligarquía intentó truncarla por la fuerza, fracasó, y la Revolución siguió avanzando, descubriendo los caminos de la radicalización, pero la oligarquía pasa a un nuevo tipo de ofensiva.
En la primera etapa primaba lo militar, se esperaba invasión, nuevos golpes, los campos estaban claros, no había mucho que explicar: estábamos con Chávez, y contra el imperio.
En la segunda etapa, que es la que vivimos, el cuadro cambia, ahora lo ideológico es principal, la batalla no es en la calle, con pólvora, sino en el alma. Se disputa el corazón de las masas, y no territorio.
El enemigo astuto, ducho en este tipo de lucha, se cuela por la grietas que siglos de costumbres dejan en nuestra Revolución, se aprovechan de las debilidades de nuestro campo, crean opinión, deforman la realidad.
La Revolución se encuentra atada, debe respetar una legalidad impuesta por el pasado y por las condiciones internacionales que obstaculizan su defensa. Esta situación permite que las televisoras conspiren en nuestras narices, o que el CEDICE, organismo convicto y confeso como agente enemigo, prepare un encuentro golpista, y lo más que hacemos es molestar a sus participantes a su paso por Maiquetía.
Entonces surge una pregunta ¿Cuáles son los mecanismos de defensa de la Revolución Bolivariana ?
Por supuesto que la respuesta no está en las acciones desesperadas de grupos violentos.
El principal mecanismo de defensa de la Revolución pacífica es la movilización conciente y organizada de la masa bolivariana y chavista, en la calle, por objetivos políticos altruistas. A este mecanismo no debe renunciarse nunca, así nos educamos, nos emocionamos en Revolución. Que el enemigo oligarca sienta la determinación del pueblo dispuesto a construir su futuro. Toda acción revolucionaria debe ir acompañada de movilización.
El pueblo se moviliza con ideas claras, sin ambigüedades, mostrándole que sólo el Socialismo es solución a sus problemas y garantía de futuro, dándole razones sagradas por las cuales luchar.
¡Socialismo es Movilización!
¡Chávez es Socialismo!
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