Hay gente que le encanta ser llamada intelectual y asumen que eso les otorga patente de corso para pensar por uno, cuando en realidad no son más que publicistas de una matriz de opinión de oscuros propósitos. Y se creen seguros en sus escondrijos excretando opiniones. Pero no es necesario que se tongoneen, aun inmóviles se les nota la intención embojotada.
Una vez más el sistema mediático comienza a modelar un “concepto” para contrarrestar el avance del proceso. Ahora la moda es dilucidar con sesudas hipérboles las “dimensiones asfixiantes” del liderazgo del Comandante. Esa es la idea, difundir que su liderazgo ahoga, que no nos deja ser, que es contraproducente tanto chavismo con Chávez.
Hay tres posibles orígenes de esta frangollada:
El Chavismo sin Chávez. La quinta columna y los rojo rojitos entaparados que sabotean y contravienen el proceso. Hablan abiertamente en sus predios y radios de acción en contra del Líder Comandante, llegando en algunos casos a creer que tienen potencial para sustituirlo a corto plazo. Además suelen constituir focos de corrupción, nepotismo y peculado al más puro estilo cuarto republicano. Tienen nexos con el sistema mediático, llegando a comprar espacio publicitario en medios abiertamente contrarrevolucionarios. La ética trata de asirlos pero son resbalosos. A falta de voluntad y capacidad, son safriscos contumaces.
La oligarquía. A través de sus operadores políticos y su sistema mediático, dentro del marco de la operación “Jaque al Rey”. Tienen sus anastomosis con los chavistas sin Chávez y son los controladores de los cañones mediáticos desde los cuales lanzan su metralla de sofismas. Insisto en que ese sistema es la superestructura más perversa del enemigo. Hay que derribarla sin demora.
Un reconocimiento sincero de la “Mesa Unitaria” sobre la talla mundial de nuestro máximo líder, debido a que han demostrado aridez para procurar el desarrollo y la felicidad de la Patria e incapacidad para cohesionar a sus seguidores alrededor de un proyecto nacional.
Por último, un intelectual de izquierda es todo aquel que piensa y actúa en favor del bien común. De modo que en los batallones y consejos comunales abunda la intelectualidad. Es más, allí hay hiperintelectualidad.