de que nos escuchen, de que las recomendaciones que nosotros desarrollemos
realmente se logren implementar, si no se hace esto cómo serán los
10 años más de revolución que tendremos”
Eva Golinger[1]
Eva Golinger es el otro rostro femenino que desde su particular trinchera ofrece su aporte al proceso venezolano. En una anterior nota, traté de describir desde mi lectura, el aporte que Marta Harnecker hace al proceso. Decía que Marta era como “una mañanita revolucionaria”, cuyo desempeño le ofrece al proceso su frescura y energía. Marta maneja y empuja desde sus trincheras de lucha y desde su pensar, las energías que animan y proyectan a las organizaciones comunitarias que son una de las fortalezas del proceso bolivariano. Marta es una especie de abono natural para que esas organizaciones afinquen sus raíces y tengan capacidad para tomar decisiones.
Eva Golinger anima y fortalece otros asuntos importantes. Es igual de difícil calificar las andanzas de Eva, sin embargo, se está seguro que este bregar por la revolución tiene una ubicación y una razón de ser que se coloca en un frente distinto al de Marta Harnecker, pero es igual de estratégico y reclama de igual manera, una labor reflexiva y constructiva. Por estar una trinchera distinta a la de Marta, Eva no lograría describirse como una “tardecita revolucionaria” porque esa imagen no es capaz de comunicar la energía que atiende y trata Eva Golinger.
El campo de lucha en que se desarrolla Eva Golinger está igualmente centrado en un punto medular para el proceso, porque Eva Golinger se ocupa de vigilar y sacar a la luz pública, todas las amenazas que sobre el proceso se planifican desde el centro de poder capitalista. Este vigilar y poner ante la opinión publica los planes desestabilizadores y los financiamientos a los medios y partidos de oposición en Venezuela, es igualmente una actividad estratégica porque a través de ese complejo proceso de pesquisa, se estructura la labor defensiva y ofensiva que la revolución debe emprender.
Si Marta empuja o ayuda a la construcción del Poder Popular en los términos que reclama el Socialismo del Siglo XXI; Eva Golinger se comporta desde su condición de mujer revolucionaria, bajo dos figuras. A veces es una especie de “muro de orquídeas” y en otra, Eva es una “brisa revolucionaria”. Aguanta las cargas y con su valentía, permite ofrecernos los documentos en los cuales se registran los planes de desestabilización y el precio que tienen los dueños de los medios y los líderes de los partidos de la oposición. Ambas, son dos fuerzas intelectuales, morales y físicas que se esfuerzan para darle continuidad a la revolución bolivariana.
Productos de sus investigaciones, encuentros y observaciones, Marta nos advierte cómo debe ser un consejo comunal y que situaciones debe considerarse para que en la conformación de Consejos Comunales no repitan los errores de organizaciones comunitarias tradicionales. Eva también con su pesquisa nos ha venido dando elementos para comprender la conducta servil que anima a los líderes de la oposición. El accionar de Eva Golinger disminuye la fuerza de la oposición y el de Marta, permite hacer crecer las oportunidades y fortaleza del proceso. Son dos fuerza y dos mujeres que nutren la revolución.
Eva Golinger, si tenemos la oportunidad de revisar su intervención en el Seminario de Intelectuales, nos advierte que ese Obama no es negro ni está tan preñado de buenas intenciones hacia América Latina. Su pesquisa dice que es un blanco “tiznado” y que ya casi tiene disponible un fondo para un año que suman mucho más de los recursos utilizados por Bush en sus ocho años de gobierno. Ahí está la importancia de su trabajo de investigación, porque ahora nos dice que Obama solicito un fondo de 320 millones de dólares y deja prendida una alarma cuando nos dice: “si no se hace esto, cómo serán los 10 años mas de la revolución que tenemos”
En esa denuncia se concentra una gran amenaza y eso es posible gracias a la inteligencia de una mujer, que vive para el proceso. Marta y Eva, son simplemente dos figuras de otras tantas mujeres que día a día viven para colocar su granito de arena para consolidar el proceso bolivariano.
[1] Palabras ofrecida en el Seminario Intelectuales, Democracia y Socialismo; después de exponer el monto del nuevo fondo solicitado por Obama y de presentar también, el sentido y los planes de una tal "oficina de transición" que funciona tranquilamente en un país bajo una férrea dictadura.