LO HEMOS DICHO HASTA EL CANSANCIO. La estrategia de los adecos, copeyanos y demás grupos de oposición es infiltrar, los estamentos de la administración pública con el objetivo de desprestigiar a la revolución bolivariana. Otra estrategia – y no se trata de buscar excusas o ver fantasmas en todos lados – Es infiltrar el principal partido de la revolución. Veamos. En el proceso de actualización e inscripción del PSUV circuló un chiste entre revolucionarios probados: “los adecos y los copeyanos no necesitan militar en sus partidos, se están inscribiendo a raudales en nuestra organización” Lo presencié como testigo excepcional, porque me tocó como delegado estar presente en todo el operativo. Vi con mucha alarma el cinismo que mostraron viejos y connotados dirigentes y militantes de esas toldas políticas, al inscribirse en el PSUV que diligentes me mostraban unas supuestas cartas de renuncia a esas organizaciones, pero sólo me restaba decirles. “los conozco mascaritas” Por cierto, mucho de ellos hasta fueron candidatos a diputados a las asambleas legislativas. Carlos Sandoval -- viejo militante revolucionario y analista político – me confesaba:“Ya no les basta con los infiltrados, a los que les abren la puerta en las Alcaldías, Gobernaciones y Ministerios, se están inscribiendo en cambote, para mí, es la vieja táctica del caballo de Troya”. ¡Ojo pelao, comandante!.....
NO SÓLO TE BAJAN DE LA MULA por cualquier gestión. Hablan y despotrican contra el presidente y su gestión. Son una caja de resonancia de los medios privados de comunicación, una especie de “Bemba-Globoterror”, descalificando la revolución bolivariana de manera descarada. Difunden en sus conversaciones las ya gastadas campañas sobre la propiedad privada, la falta de libertad de expresión, los peligros de la democracia, la implantación del comunismo a través de las comunas, misiones y poder popular, etc. Estos demonios andan suelto en Alcaldías, Gobernaciones y Ministerios y es necesario exorcizarlos. Es impresionante la enorme cantidad de gerentes y directivos enemigos de la revolución empleados por quienes se dicen revolucionarios y rojo rojitos. Se puede entender el derecho que tiene todo venezolano al trabajo, pero no se puede poner en riesgo y ver en peligro un proceso revolucionario que tanto nos ha costado. Alerta o la corrupción nos devorará.
INSISTA en el tema José Vicente. No se frene y no abandone sus criticas; pero prepárese, seguro puede venir una campaña de los disfrazados de revolucionarios en su contra para desprestigiarlo. Alerta y a movernos todos los que apoyamos esta revolución que tanto nos duele. Su voz de alarma nos luce valiente, no tiene desperdicio: “La Asamblea Nacional debe iniciar investigaciones con el fin de escuchar a la comunidad y canalizar respuestas incluso legislando. Y el judicial, así como el Ministerio Público, actuando con audacia y ejemplar voluntad para sancionar responsables”. Usted muy bien lo sabe, cuando afirma “Lo digo con conocimiento de causa y casi que con angustia: el tema no puede ser soslayado ni ninguneado ni subestimado. Tiene total prioridad: por esa costura se puede ir la estabilidad y la imagen del gobierno. Sobre todo en este momento en que el imperio está buscando una salida con el “modelo Honduras” en contra de los gobiernos de cambios en Latinoamérica y dar al traste con sus revoluciones. Un aviso a tiempo pone en alerta ojos, oídos y entendimiento.
ASI CÓMO LAS MENTIRAS engendran ilusiones, las ilusiones engendran mentiras. Ya las guerras no son de Reagan, Bush padre e hijo. Son de Obama. Como siempre, este pone el falso discurso, los dólares y las armas; los pueblos colocan los muertos. Los gringos parecen no entender que ningún país de Latinoamérica quiere ser un títere de un país extranjero. En Latinoamérica, quedan pocos gobiernos serviles y lacayos, y Alan García y Álvaro Uribe no las tienen todas consigo. Por eso no hay que esperar nada de su parte, Señor Obama. EEUU planeó, asesoró y apoyó el golpe contra Manuel Zelaya. Esa es la verdad de lo que sucede en la República de Honduras. Una realidad que apunta al regreso de su Presidente legitimo. Mel debe irse ya a su país. Es su destino. El juego de las fallidas “negociaciones” está claro. La burguesía derechista hondureña no retrocederá, sólo el pueblo y su presencia pueden sacarlos. El pueblo hondureño ya tiene señalado el camino. Una revolución que pasa por aprobar su Asamblea Constituyente. Suerte Presidente Zelaya...