El mecanismo de la congelación es utilizado por las amas o los amos de casa para conservar una comida que van consumir mañana, dentro de una semana o tal vez en 1 mes. Congelar no significa suspensión de relaciones diplomáticas, ni de negocios; si acaso, la congelación podría suspender la descomposición de la materia orgánica atacada por un flujo bacterial.

El presidente Chávez ha anunciado la decisión de congelar las Relaciones con el Gobierno de Colombia. La palabra congelación no nos gusta, nos desagrada profundamente. Ante el gobierno narcoparamilitar encabezado por ese bandido de siete suelas que llaman Varito Corleone, no se puede andar con imprecisiones semánticas que puedan ser aprovechadas por las prácticas mafiosas de esa cáfila de matarifes que dirige el Protectorado de Colombia en función de los intereses corporativos de las trasnacionales sionistas que controlan al Imperialismo norteamericano.

El Presidente Chávez debería darles un informe a los trabajadores de Venezuela, con detalles bien precisos acerca de la identidad de los dueños de los negocios del intercambio comercial con los barones de la burguesía colombiana. Lo hemos dicho en otra ocasión, esa relación comercial, no beneficia a los trabajadores venezolanos, y a los trabajadores colombianos les brinda salarios de miseria. Mientras que a los Burgueses de allá en mayor medida, y a los anónimos burgueses de aquí, de antiguo o de nuevo cuño, les queda casi toda la ganancia.

La medida de suspensión de toda relación y de todo negocio con ese gobierno y con ese Estado mafioso debe estar condicionada al retiro de las perversas intenciones de convertir a Colombia en un Protectorado minado de las asquerosas bases gringas. Hasta tanto el capito del narcotráfico Álvaro Uribe Vélez no desista de su inconstitucional medida de prestar el suelo colombiano para instalar esas poderosas bases militares para oprimir en primer lugar a los trabajadores colombianos y en general a todo este Continente, el gobierno, y el líder del proceso bolivariano de cambios y reivindicaciones populares, no puede restituir esas relaciones, y esa, es una orientación del pueblo venezolano, que más allá de escuchar las mentiras y las calumnias de los generalotes del Protectorado condecorados por sus matanzas a los campesinos y por desplazar a casi 5 millones de colombianos, se opone con toda la fuerza de su sentido de soberanía nacional a la instalación de bases militares en todo el territorio de la Nueva Granada , y particularmente en el suelo de la Guajira , muy cerca de nosotros.

Finalmente es muy fastidioso escuchar otra vez la orden de retirar el embajador, y la revisión del intercambio comercial por unos días, mientras en la realidad ese intercambio se intensifica como ahorita, discursos y más discursos en contra de la actuación del gobierno narcoparamilitar que tiraniza a Colombia, y otra vez bien gracias, y una vez más continúa la siembra de paramilitares, de drogas y de lavado en nuestro País. La irrevocable suspensión de relaciones y de negocios, golpea a la perversa burguesía colombiana, y le crea un problema social serio en toda la frontera, cuyos pobladores consiguen precarias condiciones de empleo, gracias al intercambio con Venezuela. Tal vez el presidente Chávez, líder indiscutido del proceso bolivariano, pueda ir más allá del congelador ente caso que nos coloca en estado indefección ante los narcoparamilitares que dirigen el gobierno del protectorado de Colombia

No basta con plantones, aunque haya que hacerlo cuantas veces sea necesario, y con la estridencia de los gritos para exacerbar el fervor patrio, se trata de ser inflexibles con un gobierno y con un estado mafioso, entregado por completo al imperialismo gringo, y que ha robado para ellos la condición de República a la hermana Colombia.

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