Los presuntos medios de comunicación privados lo han hecho de nuevo: repitieron el mismo esquema de manipulación y distorsión de la realidad que los hizo famosos en abril de 2002, negándole al pueblo venezolano el derecho constitucional a la información veraz, oportuna y sin censura. No solo pretendieron simular la violencia callejera de la oposición durante sus «guarimbas» y la presencia de paramilitares colombianos en Caracas bajo la amañada categoría de «presuntos», sino que ahora buscan ocultar el masivo intento de fraude durante el recién finalizado proceso de reparos que superó con creces las practicas corruptas y fraudulentas que hicieron famoso al contubernio adeco-copeyano en la era puntofijista.
En menos de 24 horas, ya el hipotético NaZional desplegaba en sus titulares de primera pagina que la oposición había ratificado el 55% de firmas tan solo el primer día de reparos, para luego enfocar sus notas de prensa en las «violaciones» del Plan Republica contra sus cuevas de clonación, ignorando por completo las cuarenta y ocho personas detenidas por montar centros de reparo paralelos, reparar en mas de una ocasión con cedulas distintas y portar cuadernos de reparo sin la autorización del CNE. (Ultimas Noticias, 1 de Junio de 2004) Asimismo, el pretendido Universal hizo un recorrido por todas las «arremetidas» del gobierno contra la «sociedad civil» y mercenarios palangristas, sin hacer mención a las agresiones que sufrieron dos equipos reporteriles de Venezolana de Televisión (RNV, 30 de Mayo de 2004). La vagabundería y complicidad de El Universal con el fraude es tan descarado, que en su edición del lunes 31 de mayo publica una presunta nota informativa sobre el allanamiento que se realizó en la casa de los adecos en El Paraíso pero hace omisión al material incautado, proporcionando únicamente las impresiones del presidente de este partido, Henry Ramos Allup, y calificando al explosivo detonado en una patrulla de la Policía de Caracas como «presunto atentado». Igualmente, los supuestos canales de televisión Globovisión, Venevisión, RCTV y Televén también pretendieron ocultar las graves irregularidades que se presentaron en la jornada de reparos y la incuestionable presencia de una maquinaria logística y tecnológica en las casas adecas que habría producido miles de cedulas clonadas en todo el territorio nacional, calificando de «presuntas» la gran cantidad de cedulas decomisadas que incluso presentaban la fotografía de un mismo grupo de individuos con nombres y números de identificación diferentes.
Además, los presuntos medios le han cerrado las puertas a cualquier declaración emitida por voceros del gobierno que enfrente la versión de su presunto «triunfo» en las jornadas de reparo; y a las declaraciones del propio presidente del CNE, Francisco Carrasquero, ordenando «verificar estrictamente» las cédulas «ante indicios graves de clonación y falsificación del documento de identidad para ejercer el derecho a reparo», las relacionaron inmediatamente con un «cambio de reglas» y la aplicación del «plan morrocoy», con lo que pretendían descalificar a la máxima autoridad electoral.
El escandaloso silencio de los medios ante la vagabunderías y marramuncias de la oposición es tan evidente que el propio presidente de RCTV, Marcel Granier, «aseguró que los medios televisivos están dispuestos a dar un tratamiento equilibrado a la información» (Tal Cual, 31 de Mayo de 2004), porque están concientes de haber asumido el papel de partido político en representación de la derecha reaccionaria y pitiyanqui de Venezuela. No sorprende entonces que la agencia internacional EFE de España se refiera a estos presuntos medios venezolanos como los «medios de la oposición» (EFE, 30 de Mayo de 2004) y que las agencias Reuters, AFP y DPA los cataloguen como «los opositores medios de información privados» (La Jornada, 1 de Junio de 2004), colocando a esta patética manifestación de la comunicación social en su justa dimensión.
Antonio Guillermo García Danglades
Internacionalista, MA
