Marcha escuálido, que algo queda

Marcha disociado, súmate a la ignominia y al ridículo, que son de los “valores” más grandes que exhiben sin pudor, yesterday, today and forever. Píntate las manitos de adeco y ponte tu black shirt que hace juego con tu conciencia. Llévate tu resortera con tu saquito de metras. Tranquilo que tus “líderes” repitieron hasta la saciedad que la marcha es atlántica  ¿O pacífica? Whatever. 

Marcha insensato, eres libre de andar por la calle con tu pancarta de “No más Chávez”, pero recuerda que a tu súper héroe Cabeza de Motor se le criptonizaron las bolas y anda como en sus viejos tiempos: enconchado. Lo nuestro es no más impunidad. Y nosotros, manganzón, cumplimos. Pero marcha que con toda seguridad algo queda: algún obstinadito preso. 

Marcha pequeño yankee, aboga apátrida por la llegada de comandos extranjeros. Solo recuerda que ante un ataque nuclear, las estrategias militares de las grandes potencias incluyen como blancos  todos los lugares donde haya bases enemigas importantes y el vecino está empeñado en ser todo un fuerte imperial. Aplaude cual foca ante la corneta invasora, que algo queda: tu domesticación. 

Marcha cloacavidente, que Alberto Federico te dará de la “mierdicina” que siempre prepara en su laboratorio mediático. Viene en un kit que contiene tres frasquitos concentrados para las mañanas, un pote jumbo en pasta para las tardes y tres capsulas blandas para las buenas noches. También trae un inhalador recargable tamaño Kiko que produce furia súbita. Dópate que algo queda: volver a la realidad de un proceso de cambios imparables a favor de éste y todos los Pueblos del mundo. 

Marcha fascista irredento. Que bien que te unas a Goriletti, a la godarria colombiana y a los perros que ladran por el orbe. Han puesto en evidencia su raquitismo numérico al más puro estilo chacumbeliano y a “escala planetaria”. CÑM y sus partners pustulosos debieron apelar al archivo de videos para transmitir una noticia de patas cortas que fueron cortadas de un hojillazo. Qué bajo han caído. Arrástrate que algo queda: locura mediática. 

Marcha impúdico traidor. Destácate como fenómeno de feria y exhibe tus habilidades sobre la talanquera. Aumenta con tu estampa la decadencia e inmoralidad de la recua opositora. Esmérate con tu verborrea difamatoria y denigra de la Revolución que algo queda: desprecio  aquí y allá. 

Marcha pecador irredento. Creyente atolondrado de  centellas admonitorias y de vaticinios episcopales. Intuye en cada micrófono y cámara de los medios populares, un crucifijo para exorcizar tus demonios fascistas. Muéstrate tal cual eres que algo queda: evidencias irrefutables de vil egoísmo

pladel@cantv.net




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Plácido R. Delgado


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