No me tilden de salta-talanquera, estimados y consecuentes lectores de Aporrea, quién suscribe, morirá con las botas puestas cueste lo cueste esta revolución bonita, solo fue una experiencia de un sueño que se transformó en una terrible pesadilla.
Sería un innoble sino relatara los terribles sueños que tuve, y que caí en los brazos de Morfeo profundamente impregnándome de oposicionismo, escualidismo, y disociado sicótico.
Parte de estos sueños fueron así:
Como militante de las Redes de Inteligencia Social y Contralor Social a tiempo completo, fui invitado a una empresa de Producción Socialista, recientemente adquirida por el gobierno revolucionario, para conocer in situ su funcionamiento, la conformación de los Comités de Trabajadores, en fin todo lo relacionado con esta novel empresa socialista, en la cual el gobierno había inyectado miles de dólares. El primer acontecimiento e impacto que observé fue que el Gerente General y la Gerente de Recursos Humanos, firmaron contra el comandante Presidente Hugo Chávez para revocar su mandato, continuando con la Contraloría Social, los compatriotas trabajadores tenían un listado con nuevos ingresos y también casualmente firmaron contra el Presidente, ellos me decían “no estamos contra la exclusión, todos los venezolanos tienen derecho a la vida y el trabajo, el problema es que no contratan a nuestros compatriotas”.
Siguiendo este viaje con Morfeo, me traslado a Instituciones Públicas, llámense Ministerios, u Organismos adscritos a estos, encontrándome con situaciones muy parecidas al sueño anterior, enquistados, mimetizados, infiltrados, individualistas, algunos que también firmaron para revocar al Presidente Chávez, que son avalados y defendidos por sus superiores, argumentando que son institucionalistas, y mejores que los trabajadores rojos-rojitos.
Observé en el sueño, que compatriotas que le echaban un camión de voluntad en sus quehaceres revolucionarios, eran separados, para apropiarse ellos de estas iniciativas, para protagonizar, o a veces para paralizar obras revolucionarias y así sabotear el proceso.
Directivos de estos entes públicos, tienen dos o más vehículos a su disposición, sus infaltables viáticos, comen y duermen bien, mientras que abnegados compatriotas, muchas veces no tienen como trasladarse para hacer los trabajos de campos, menos para comer.
En este paseo de Morfeo, también observé a la Fiscala General de la República, Ana Luisa Ortega, junto a su incondicional equipo como Gioconda González, Gipsy Medina, entre otros, en una lucha sin cuartel para adecentar las Instituciones, la sociedad, pero recibía críticas y ataques de propios partidarios de este proceso revolucionario.
También no podía faltar en esta pesadilla, la corrupción, la especulación, el burocratismo, la poca o casi nada vocación social de algunos funcionarios públicos, cuando me disponía hacer las denuncias, me acusaron de contrarrevolucionario, de hacerle el juego a la oposición, de embustero y calumniador y me amenazaron con meterme preso, asustado desperté, era una terrible pesadilla.
SI LO RELATADO AQUÍ TIENE UNA SEMEJANZA CON LA VIDA REAL ES UNA MERA COINCIDENCIA.
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