Aunque los campeonatos comenzaron a jugarse en 1927, no fue sino hasta el de 1942-1943 cuando se celebraron a fin de año y comienzos del siguiente.
Esa afición y ese interés no nacieron de la noche a la mañana, ni por la promoción de los primeros cronistas. Todo se originó con la singular victoria venezolana en el campeonato mundial amateur de 1941, en La Habana. Es el origen de toda esta gran afición. Ese excepcional triunfo puso a todo el mundo, comenzando por el presidente Medina Angarita, a hablar de beisbol. Todo lo que es la pelota hoy tiene su origen en 1941 con esa victoria.
Después hubo otro hecho trascendente. El 31 de octubre de 1942 jugaron, por vez primera, Magallanes y Cervecería Caracas, herederos de la rivalidad Magallanes-Royal Criollos, en partido que enfrentó en la lomita a los más extraordinarios jugadores del momento: Vidal López y Alejandro Carrasquel, victoriosos en el exterior. De ese juego sobreviven Luis Romero Petit (3b), Benitez Redondo (cf) y Enrique Fonseca (c) y el anotador Chiquitín Ettedgui. Ese día empezó esa confrontación que no ha cesado, y ha contribuido a hacer de la pelota la pasión venezolana.
Y, paralelamente, un negocio, donde los aficionados sólo aportan por taquilla 40%.
Hace poco publicamos una serie de reportajes, producto de una investigación de Villasmil, Figueroa y Galvis, donde queda demostrada una verdad absurda, como es la desproporción de las infraestructuras beisbolfútbol. Mientras las del balompié son unas de las mejores de América, las del beisbol, pese a su expansión y a la multiplicación de sus aficionados, no se construye un estadio desde 1969. A sus juegos de 2008-2009 asistieron 2 millones 138 mil 249 personas, mientras que a los estadios de fútbol entraron 842 mil 16. Vean este ejemplo: el fútbol tiene uno en Maturín donde todos los espectadores que fueron a sus 17 partidos de la temporada 2008 no lo habrían llenado si se hubiesen puesto de acuerdo para asistir a un solo juego: su capacidad es de 51 mil 796 mientras la asistencia a todos sus juegos fue de 35 mil 242.
(A propósito, el domingo pasado incurrimos en un error al escribir que la asistencia al beisbol había aumentado 63% en las últimas tres temporadas, pero no excedió de 15%).
Tenemos un fútbol de baja calidad, no obstante que ha mejorado, y la afición está bastante lejos de la del beisbol, pero cuenta con modernos estadios, semivacíos, eso sí. En cambio, el más nuevo de los parques de pelota está en Barquisimeto (1969), y el más antiguo, como es el Universitario (1951), se ha hecho pequeño para los grandes desafíos.
¡Playbol!, cantaron el viernes en cuatro ciudades. El país comenzará a cambiar. Y como no soy árbitro, no puedo decir que gane el mejor. Como todos ustedes, tengo derecho a ser fanático.
El Sexto Plan
Tener un problema como el de la vivienda, pésimas condiciones de salubridad, y no saber cómo resolverlos es el caso de las 120 familias del Sexto Plan, llamado así porque es el nivel de un cerro en Antímano donde viven. Bueno, decir que viven es un eufemismo. Unos tiene hasta 30 años allí, muchos nacieron y crecieron en "Sexto Plan", no tienen escuela ni cloacas. Carecen de todo. Para que un extraño llegue hasta ellos debe pagar peaje en cada uno de los cinco barrios que se encuentran mientras sube hasta ese.
Una mañana de estas, Olga Maribel Navas me trajo a Héctor Méndez, vocero del consejo comunal, del Psuv, evangélico, con una cara de tristeza que refleja la vida de los suyos. Vino cargado de carpetas con las cartas que han enviado con sus problemas desde hace años.
"No me las muestre", lo paré, cuando empezó a sacar papeles. Me trajo un paquete de fotos de donde seleccionamos esa que ustedes ven. Lograron que tres ministros se acercaran por allá y, naturalmente, varios candidatos socialistas.
Puras promesas. Empiezan a desilusionarse. No saben qué hacer. Estuvieron a punto de sumarse a la huelga de hambre de los estudiantes. No han trancado calles, pero la vez que fueron al Palacio nadie les hizo caso. "¿Quién nos puede ayudar?", preguntó.
Méndez me contó que el 23 de noviembre de 2008 quiso que algunos lo acompañaran a votar por la enmienda. "No, anda tú, ya estamos cansados", le dijeron. Y bajó a votar con dos o tres a la calles de Antímano.
¿El Psuv de la zona se habrá ocupado de esta situación? ¿Alguien habrá removido la carpeta de algún archivo ministerial? ¿O, como en otros casos, tendrá que ser el Presidente quien gire instrucciones para que cumplan lo que les han ofrecido tantas veces?.
edrangel@cadena-capriles.com