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Y ahora es la Fuerza Aérea de Estados Unidos, según revela la investigación de Eva Golinger, la que echa por tierra los objetivos militares de ese acuerdo. Como verán, es falso, lo reafirmado desde Uribe para abajo, que esas siete bases militares y decenas de otros puntos en el territorio colombiano van a ser dedicadas al combate interno del narcotráfico y del terrorismo, y que en absoluto afectará a sus vecinos.
La Fuerza Aérea de EEUU, como seguramente lo hicieron sus fuerzas navales y el Ejército, presentó un informe al Senado dirigido a apoyar la petición de 46 millones de dólares para acondicionar una sola de esas bases, la de Palanquero, a fin de convertirla en una Localidad de Cooperación en Seguridad de EEUU, que "apoyará la estrategia de postura del teatro del comando combatiente (Cocom) y demostrará nuestro compromiso en las relaciones con Colombia". Dice mas adelante el informe de la Air Force: "El desarrollo de este CSL nos da una oportunidad única para las operaciones del espectro completo en una subregión crítica en nuestro hemisferio, donde la seguridad y estabilidad están bajo amenaza constante de las insurgencias terroristas financiadas por el narcotráfico, los gobiernos antiestadounidenses (léanle bien: "gobiernos antiestadouniden- ses"), la pobreza endémica y los frecuentes desastres naturales".
El informe añade: "La intención es utilizar la infraestructura existente... mejorar la capacidad de EEUU para responder rápidamente a una crisis y asegurar el acceso regional y la presencia estadounidense.
"Palanquero ayuda con la misión de movilidad para garantizar el acceso a todo el continente de Suramérica con la excepción de Cabo de Hornos".
(subrayado de DR).
Por si no las tenían, ahí están las respuestas a las interrogantes que le hicieron a Uribe ("¿Para qué esas bases?") los presidentes Alan García y todos los demás que expresaron en Unasur dudas o desacuerdos con el convenio por firmarse.
Creo que ahora quedan al descubierto las verdaderas intenciones de las siete bases, particularmente de una de ellas.
(Mas información en: http://www.centrodealerta. org /documentos_desclasificados / traduccion-del-documentode.pdf).
Los partidos y el 26-S
Naturalmente que la oposición no podía dejar que se fuera en blanco el anuncio del CNE del 26 de septiembre como día para las elecciones parlamentarias. Por supuesto, dijo que favorecía al Gobierno. Pero lo mismo habrían dicho si escogen el 31 de diciembre o cualquier otra fecha.
Seguramente apresurarán sus reuniones para tomar la decisión trascendental de escoger el método para seleccionar sus candidatos a diputados. No habrá un método único. Es posible que se limiten a descartar la tarjeta única, que sólo apoyan los partidos más enanos que no quieren contarse. Utilizarán todos los demás: en primer término, el consenso allí donde sea posible que todos, sin ninguna excepción, incluidos los partidos regionales y locales, y las individualidades, estén de acuerdo en nominar a alguien o algunos.
Otra opción es aplicar las primarias, que tantos adversarios tiene, y, finalmente, las encuestas. Ya se pondrán de acuerdo en pagar una o dos que les haga esa medición y escoger a quienes queden en mejores posiciones como candidatos a diputados. Todo eso lo anunciarán al país en una formal rueda de prensa.
¿Quiénes son los que tienen algún chance en unas primarias o en las encuestas? Naturalmente, los candidatos de los partidos mejor ubicados.
La última encuesta conocida es de Ivad (Seijas), donde el único que está por encima de 5% es Primera Justicia, que ha penetrado en barrios del Este caraqueño; tiene 5,3%.
Lo siguen AD con 3,6%; Podemos, 3,3%; PV, 2,3% con presencia en Carabobo; y UNT, 1,3%, que sólo debe existir en Zulia. Esa baja se explica en buena parte por la decisión de su jefe Manuel Rosales de no afrontar la justicia y exiliarse en Perú. Los errores se pagan, no sólo en el beisbol. Observarán que no aparece Copei tiene menos de 1%.
Todos suman 15,8%. Por supuesto, sacarán mucho más.
Existe 38,6% que se dice independiente (42% en Datanalisis), que en la medida en que se acerquen las elecciones y sean conocidos los candidatos y las listas se irán ubicando.
¿Hasta dónde llegarán los opositores? Si duplicara, podría alcanzar 32%, en el borde de una votación que impediría que el oficialismo tuviese una mayoría calificada, que parece ser su meta.
El Psuv, que en esta encuesta figura con 39,3%, debe subir la mitad para alcanzar 60%.
No va a ser fácil, pero es posible. Es muy temprano para aventurarnos en pronóstico de una conducta que se ha de expresar dentro de 11 meses, durante los cuales ocurrirán muchas cosas que incidirán en el voto.
