Los pueblos remontan las cumbres con sus pesadas cargas como sísifo

Como Sísifos contemporáneos andan los países del mundo con la pesada carga a cuestas, con la rebeldía, la esperanza y el desafío de alcanzar en las cumbres su liberación definitiva, a pesar de que han visto durante demasiado tiempo que sus sueños y aspiraciones legítimas caen nuevamente en los abismos.

Millones de seres humanos, la mayor parte de la humanidad, viven agobiados por miserias y calamidades que parece que nunca habrán de acabar, y esta vez, afrontan su suerte con la certeza, de carácter científica y no especulativa, de que si no cambian las cosas, la supervivencia está amenazada en el planeta tierra, su seno natural y originario, y su único refugio hasta ahora.

La Cumbre sobre el cambio climático en Copenhague será el próximo episodio de un intento, no siempre valorado en su carácter de urgencia para la humanidad, por revertir una situación crítica que ya afecta las condiciones de existencia de millones de personas y que amenaza a mediano y largo plazo, no importan los años o siglos, con la extinción de la vida a nivel regional o global.

El gobierno de los Estados Unidos, esta vez representado por Obama, flamante Premio Nobel de la Paz, rehúsa a comprometerse seriamente, en la cuantía necesaria al llamado urgente que ha hecho la ONU, para facilitar la implementación de soluciones verdaderas al problema de fondo en relación con el cambio climático.

Más que la ceguera en torno al tema, parece predominar un egoísmo suicida, que les lleva a no compartir con el resto del mundo las riquezas enormes que acumulan, mientras las dilapidan frenéticamente para sufragar los gastos de guerras que libran obcecadamente en su afán de imponerse por la fuerza.

El dolor de la humanidad sufriente está ahí. Los devastadores efectos de las conductas irracionales contra el planeta tierra están ante los ojos de todo el mundo. La ciencia señala el rumbo de rectificación y los plazos necesarios para evitar la hecatombe global. El mundo clama por acciones consecuentes que remedien un problema vital para la vida en el presente y el futuro. Veremos en Copenhague quienes criminalmente le dan las espaldas a las soluciones que se consideran imprescindibles y viables en estos momentos..

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wilkie@sierra.scu.sld.cu


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Wilkie Delgado Correa


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