Intenso y lleno de retos se vislumbra el año 2010 para todos los venezolanos y venezolanas por todos los procesos pendientes en la dinámica política, económica, social y religiosa; de allí que no hay que desmayar ni un instante en esfuerzo y voluntad para defender lo más sagrado que tenemos: nuestra dignidad y soberanía como nación.
Sabemos que las campañas conspirativas contra el gobierno legítimo y revolucionario de nuestro país no cesan, ni siquiera en estos primeros días del año, cuando el 2010 apenas se levanta para dar sus primeros pasos. Los escuálidos y herodes venezolanos, hijos de Lucifer vienen con todo; de allí que debemos redoblar el esfuerzo y salir al campo de la batalla política a defender lo que hay que defender, que son nuestros ideales y el proyecto revolucionario. Cualquier trinchera es necesaria para dar la lucha sin tregua en este año 2010, marcado por la brisa fresca de lo simbólico, de lo real, de la conquista de la libertad. Que nos sirva de inspiración este año bicentenario para enarbolar el pensamiento de nuestros libertadores de defender la patria de los enemigos internos y externos. Vamos a vencerlos con los votos y con las armas políticas que contemplan las leyes y la constitución nacional.
Son muchos los retos que tenemos planteados. En primer lugar, esta la política perversa desplegada por el gobierno norteamericano, que en componenda con el gobierno narcotraficante y terrorista de Colombia, se constituyen en una amenaza para nuestro país. En segundo lugar, está el empuje hacia la guerra con Colombia, impulsada por los mismos Estados Unidos. A pesar que Uribe pidió prudencia a sus funcionarios, lo más probable es que se esté preparando la celada para iniciar la agresión contra nuestro país y así iniciar la guerra. No estoy delirando, esa es una posibilidad cierta.
En tercer lugar, está el gran reto de las elecciones parlamentarias, donde “necesario es vencer” y obtener una amplia mayoría, pues de ser lo contrario nos espera una etapa de violencia, que la derecha y sus escuálidos generarán desde esos espacios de poder perdidos por nosotros y conquistados por ellos.
En cuarto lugar, hacemos un llamado para que todo el aparato político de la revolución asuma el reto como tal. En ello debemos incluirnos todos, desde los líderes con trabajo nacional, los delegados, la militancia y simpatizantes del PSUV y de los otros partidos políticos que respaldan el proyecto revolucionario. También las instituciones que ha logrado construir la revolución deben sumarse a esta lucha, porque aquí no se trata de una simple lucha política, sino una lucha de clases, una lucha por el poder, una lucha entre la derecha y la izquierda, del capitalismo y el socialismo. Si bajamos la guardia y perdemos esta batalla, estaremos perdidos para siempre y aplastarán por cien años el pensamiento de la revolución.
Estemos más claros que nunca. La derecha tiene su proyecto de dominación para aplastarnos inclusive. Su propaganda sucia y llena de estiércol habla que Chávez quiere llevarnos para el socialismo. Pues para ya vamos y para ya queremos ir todos quienes apoyamos la revolución. No intentemos justificar ante nadie, nosotros tenemos derecho a consolidar nuestro proyecto, así como lo tienen ellos. Vamos a la batalla política y hasta cualquier otro escenario que los escuálidos quieran. Este año 2010 debe ser sin tregua ni piedad con el enemigo.
(*) Politólogo
eduardojm51@yahoo.es