Ahora que vemos la conducta de locura que exhibieron, con el anuncio de las nuevas medidas económicas, algunos grupos de personas, de esos que llaman los locos adams, que arrancaron a la unísona motivación-manipulación mediática acerca de una devaluación que presuntamente les encarecería el costo de la vida, lo único que nos queda por decir es que los escuálidos que controlan algunos desaforados medios de comunicación, realmente, les importa un pito la gente y por ello los empujan a que cometan ese tipo de loquera.
Ciertamente, ellos solamente ven a los ciudadanos como sujetos compradores, comedores de cualquier material que se parezca a comida y que se pueda tragar, lamedores de fríos azucarados y coloreados, bebedores de los más variados líquidos –con o sin alcohol- usadores de peroles eléctricos a granel y de perolitos variados, de calcomanías, de franelas con letras y números que pocos entienden, de pantalones con huecos y hasta de huecos sin pantalones así como oledores de perfumes y de otras colonias.
Ese es el tipo de personas que mueve la elite escuálida pues ella vive de eso, de que ellos se muevan. No les importa cómo viven ni de que lo hacen, si necesitan un mejor tipo de vida, si requieren de salud, educación, formación u orientación u otra necesidad, pues lo de ellos es empujar lo que consideran su manada (algo así como el patio trasero de aquellos) al consumo y por eso tuercen las informaciones, en la creencia enfermiza de que han encontrado una nueva manera de liquidar el régimen.
Por eso es que nadie le cree absolutamente nada a esa elite de los locos adams y viven de error en error y enredando a sus pobres seguidores en un manto de locura que cuesta bastante hacerlos salir de allí.
Es más, a ellos que les gustan tanto el consumo, las apuestas, los casinos en las islas, y la idea de un sueño bonito en Miami jugando cartas y tomando jaibol, les recomendamos que apuesten a ver quien es el mejor psiquiatra escuálido que tienen en su cartera de extraños profesionales, que puede curar a los ciudadanos que caen rapiditos en las acciones locas que ellos traman, tan rápido como si les sonaran los dedos a un perro saltarín.
Esa locura que vemos en calidad de testigos, en estos días, es parecida a otra loquera como la de volverse locos por viajar semanal, quincenal o mensualmente a Estados Unidos; es algo así como una alergia, se desesperan si no van a ese país, donde ellos dicen que se vive mejor que en Venezuela, aunque no terminen por decir hacerse ciudadanos de esa nación, lo cual nada malo tiene, porque esa es una decisión individual de cada persona.
Lo que pasa es que en el fondo, y pese a que cuando se meten en la Internet reciben cualquier propuesta para que obtengan su green card, ellos saben que el trato que reciben no es el mismo como el de casa. Hablan bastante gamelote en Venezuela, pero allá pasan trabajo, los persiguen, les dan los peores empleos (cuando había), los meten en un cuarto por varias horas cuando algo extraño ocurre y ahora los escanean.
¿Qué buscan en Estados Unidos? ¿Mejor vida? ¿Mejor trato? ¿Mejor ropa, zapatos, autos, casas, camisas, helados, hamburguesas, colas? ¿Qué historias ramplonas les contaron y convencieron de que allá se vive mejor? Cada quien decide qué país visitar y donde vivir, pero si hay cerca de 50 millones de personas con serios problemas en esa nación, otros están siendo botados, a otros les construyen un muro para que no pasen, no vayan a tragarse ese cuento de que en Estados Unidos se babean por los latinoamericanos y mucho menos por aquellos que desean vivir sus propias vidas sin ser orientados, ni tutorados. Así de elemental!!
Lee el siguiente blog: wwwpertinentes.blogspot.com
estacio_conac@yahoo.com
