La lucha contra la especulación

En la Asamblea Nacional se pueden hacer muchas leyes contra la especulación, donde se expropien a las empresas que practican la usura la especulación, el acaparamiento y el remarcaje de precios. Todos deben sancionados y el pueblo no debe tolerar que se le estafe a través de los productos, no tolerar que se siga especulando con la comida. Estas sanciones puede llegar a las grandes cadenas expendedoras de alimentos y bienes de consumo, pero hay una especulación dañina que es realizada en los pequeños comercios y esta es perjudicial para la gente de los barrios, donde hay un bajo poder adquisitivo. Sabemos y reconocemos el trabajo del Instituto para la Defensa de las Personas en el Acceso a los Bienes y Servicios (Indepabis), pero este tiene un número reducido de funcionarios, que le limita para atender todas las denuncias y hacer fiscalización.

En todos los ámbitos debemos hacer reflexiones y aportes para depurar y sincerar el proceso revolucionario; las estructuras capitalistas y neoliberales están presentes en lo económico y en lo social. Es por todo conocido las grandes contradicciones del proceso revolucionario, presente una economía de mercado, el capitalismo salvaje que especula y encarece los productos de consumo masivo, una economía de puerto que nos hace tanto daño, porque no hemos logrado una producción agrícola para liberarnos y tener seguridad alimentaria. Un pueblo que desea de una vez por toda la profundización del proceso revolucionario y bolivariano.

Creemos que los entes del Estado actúen en interacción para lograr que la política macroeconómica se mueva en forma coordinada, efectiva y decidida a atacar el flagelo de la especulación que nos afecta a todos, especialmente a las clases humildes y trabajadores en general.

Los comerciantes el año pasado justificaban los aumentos de los productos alimentario y los bienes de consumo, porque nos decían que ellos compraban o importaban los productos a dólares paralelos, ahora no hay justificación porque el dólar está a 4.30 BsF y para importar alimentos tendrán dólares en 2.60 Bsf. Entonces, lo lógico es que todos los artículos deben bajar de precios en el 2010, pero no es así, la especulación se soltó el moño y por más sanciones y expropiaciones que se hagan, los especuladores y usureros continúan golpeando al pueblo.

Todos los venezolanos debemos organizarnos y exigir que todos los artículos tengan su precio marcado; en los anaqueles de los negocios los precios de los productos deben estar marcados a la vista del público. La responsabilidad de nosotros los ciudadanos es el de ejercitar de forma organizada y/o individual la contraloría social, contraloría social que nos debería permitir estar atentos y consignar pruebas de comercios que insistan en el aumento desmesurado y artificial de precios. Asimismo, los consejos comunales e Indepabis debe organizar brigadas de voluntarios que se unan a la lucha contra la especulación, el acaparamiento y el remarcaje de precios, estos voluntarios y voluntarias supervisaran y fiscalizaran a los negocios y comercios para presentar informes al Indepabis para que tome acciones contra los especuladores.

Igualmente hay que insistir en el papel de CADIVI, SENIAT, INDEPABIS. Estos deben actuar coordinadamente, porque los tres entes gubernamentales tienen una labor importante en la lucha contra la especulación, porque el primero es que otorga las divisas para la importación; y debe aportar los datos de Quien Recibe las Divisas (IMPORTADOR a los efectos del SENIAT), cuanto recibió y este debe entregar al SENIAT el listado de los importadores que recibieron los dólares para que pueda controlar y llevar de forma automatizada (es decir que tiene los datos históricos) de todo lo que entra al País desde el Exterior (Aduanas), su valor originario, su valor en puerto y el valor de los bienes luego de su nacionalización.

El INDEPABIS tiene las facultades legales que le permita hacer fiscalizaciones eficientes en materia de especulación de bienes de consumo, no obstante estén fuera o dentro de la canasta alimentaria. Esta tarea solo sería posible con la colaboración y/o cohesión entre entes de la talla del SENIAT y CADIVI, quienes suministrarían cifras que permitirían rastrear a través de la cadena de comercialización el comportamiento de los precios de dichos bienes y así tomar las medidas que sean necesarias.

CADIVI debería crear una gran división de análisis de costos y precios que por ejemplo al igual que hace el SENIAT, utilice entre otras armas administrativas, a fiscales completamente capacitados que permitan verificar si los precios de uno o más productos ofrecidos por cualquier comerciante podrían catalogarse de justo o injusto, esto de acuerdo a las características particulares del comercio que lo expenda y por supuesto de la información suministrada por SENIAT y CADIVI.

Esta lucha contra la especulación es tarea de todos, pero los organismos del Estado tienen que actual urgentemente, porque aquí se otorgan divisas para compras de bienes de consumo y se especula. Un ejemplo el precios de los materiales para hacer viviendas, qué venezolano puede comprar una vivienda por más de 200 mil bolívares. Estamos condenados a vivir en ranchos y barracas, quien con el salario mínimo puede obtener vivienda. Saben los ministros, si las entidades bancarias están otorgados créditos para la adquisición de viviendas y pregunte ¿cuál es el monto del crédito si ganamos tres salarios mínimos?

jlrlinares@gmail.com


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Juan Linares

Ex-parlamentario regional. Especialista en Crisis. Temas Preferido: Ecología, Política Internacional y Laboral. Militante de Marea Socialista en el estado Bolívar.

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