Hemos seguido de cerca
el despido de Eduardo Saman, el ministro mas claro ideológicamente
que ha tenido la revolución, y las opiniones de los camaradas que a
través de aporrea se han manifestado con sus artículos, incluyendo
uno de mi autoria. Pero es que resulta que ahora ni la hojilla lo invita
y tampoco para la asamblea lo quieren, que es lo que se desprende de
la respuesta dada por Aristóbulo, la cual es destemplada e irrespetuosa
hacia Saman y también para aporrea (véase articulo de Carlos Armas
del 17/03).
¿Será que el exministro ya
no piensa como antes y que está a punto de saltar la talanquera, que
seria la razón por la que Mario no lo invita a su programa?, ¿o es
que hay orden de no darle espacio para que exponga sus ideas.
Además de la mencionada
respuesta
dada por Aristóbulo, también debemos expresar nuestra sorpresa y
disgusto
de la forma como se comportó el mencionado camarada durante el pase
que se hizo a Margarita el pasado domingo en el Aló Presidente. La
cara de disgusto, o bochorno, o incomodidad, no se cual seria la
descripción
mas adecuada, que mostró Aristóbulo mientras hablaba una muchacha,
era no menos que desagradable para los que estaban viendo el programa.
No todas las personas pueden tener la facilidad de expresión que tiene
el profesor, pero se debe ser más comprensible en esos casos y no
denotar
la incomodidad que eso le pudo causar a él, mas viniendo de un dirigente
nacional.
Para finalizar este articulo,
me sumo a la prédica que, desde hace bastante tiempo, viene haciendo
Vladimir Acosta, para mi el mejor analista crítico que tiene la
revolución.
Esta consiste en que el presidente debería leer a aporrea todos los
días. Es mas, yo le agregaría que todos los ministros y los
funcionarios
que tengan poder de decisión, deberían hacer lo mismo, ya que esta
pagina es la vitrina de todos los problemas que a diario surgen. Y voy
mas allá, el programa de Vladimir debería ser de obligatoria audiencia.