Nixon Moreno, la Conferencia Episcopal y la Pedofilia

Cada día, la institución que conocemos como la iglesia católica toma distancia de lo que dice ser y en consecuencia, se viene pareciendo más a lo que efectivamente es. A pesar de hacerse pasar como la representante de la palabra y obra de Dios y Jesús Cristo acá en la tierra, aparece como lo que es en realidad: institución vacía de valores y ese hecho, permite observarla (en mejores condiciones) en el peor momento de su crisis, porque antes era igualmente una institución vacía de valores, pero el inmenso poder político que llegó acumular, facilitaba silenciar todos los sucesos en los cuáles era posible observar esa ausencia de valores.

Recientemente circuló una información, cuya fuente tiene la firma de la fue Radio Vaticana[1]. La información en cuestión permite observar, como pocas veces sucede, al verdugo (vaticano/iglesia) pidiendo clemencia cuando le toca lo suyo. La noticia advierte sobre la inconveniencia de cuestionar los actos de abusos sexuales cometidos por obispos contra niños, porque esa crítica “al Papa Benedicto XVI en torno a los casos de abusos paidófilos hay quienes temen que la campaña mediática pueda degenerarse en odio anticatólico”

Debo decir por lo que intento argumentar que soy católico y como tal, tengo sembrado en el alma y corazón esa frase que se expresa casi automáticamente ante un buen deseo para uno y para el prójimo. El “Si Dios quiere y la Virgen del Valle” es una especie de lema que expresa toda la bondad y solidaridad que nos trasmitió el verbo cristiano. Así pues, puedo distinguir entre ese respeto por el pensamiento y palabra de cristo y la actuación de un institución que teniendo millones de seres con buen corazón y buenos sentimientos; la institución con las que acompañan sus vidas, es una especie de “producto histórico” descompuesto, putrefacto y que cada movimiento que realiza, el hedor se expande velozmente, porque la gusanera revuelve toda la porquería que tiene.

El sentido de esta frase que acaba de citarse con la firma de la Radio Vaticana, suena a chantaje y fija de antemano el convencimiento por parte del Papa y de los obispos, que la iglesia ni se arrepiente ni va a dejar de permitir que los obispos continúen desgraciando la vida de niños. La Radio Vaticana (y con ellas toda la jerarquía de la iglesia) nos está diciendo que no debe criticarse la conducta de abuso sexual puesta en practicada por obispos y que la institución mantuvo en silencio. La iglesia nos advierte que no hay que cuestionar este horror, porque si hay crítica generas odio hacia los católicos. Ahí está el chantaje. Ya no tiene el poder que tenía antes para silenciar y en consecuencia, opta por chantajear. Es como si alguien solicitara no cuestionar a un violador, porque ese cuestionamiento puede producir odio hacia el hombre y hacia la sociedad.

No es una conducta delictiva y de antivalores que puede “cargársela” sólo al Papa y a la jerarquía mayor de iglesia o Estado del vaticano. La conducta delictiva, cargada de antivalores recorre (y corroe) todos los espacios e instituciones de ese Estado y por esa “cultura” que ya está sembrada y que exigen no criticar, se comprende y explica el empeño que realizó la conferencia episcopal venezolana para proteger y cuidar a Nixón Moreno. Dios los Cría y ellos se juntan para defenderse y protegerse mutuamente.

Es tan cierta, contundente y lamentable esta conclusión, que frente a la denuncia formulada por la dama involucrada en la situación con Nixon Moreno en Mérida, se produjo una solidaridad automática por parte de la Conferencia Episcopal. No se permitieron tomarse un tiempo para conversar con la persona que fue golpeada y casi violada. Una institución que dice y aparenta ser defensora de los derechos humanos y de valores supremos, hubiese conversado con cada una de las personas involucradas para averiguar en qué lugar estaba la verdad. La iglesia y su jerarquía con su conferencia episcopal optaron por la solidaridad automática con el personaje involucrado (según la denuncia) con un intento de violación, porque en el fondo, cuál es la diferencia entre una violación y las conductas de abusos sexual de los obispos. Claro que hay diferencia; Nixon trato de violar a una dama que tenía fuerza para defenderse; los obispos violan y abusan de seres indefensos que probablemente, su silencia se su recurso de defensa.



Eso explica todo ese esfuerzo realizado por la jerarquía eclesiástica venezolana para proteger a Nixón Moreno.

evaristomarcano@cantv.net


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Evaristo Marcano Marín


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