Hoy estuve en un supermercado, haciendo algunas compras para la casa. Estaba bien surtido, no como señalan por ahí. Pero, hay cosas que los creemos en este proceso revolucionario no podemos dejar pasar por alto. Escogiendo entre los yogurts, vi algo que realmente me resulta inconcebible, a menos que alguien me diga lo contrario. Entre los yogurts light líquidos había dos opciones. Una era de la marca Paisa Táchira, la otra Los Andes. Las dos tenían precios sustancialmente diferentes. Uno costaba BsF. 25 el litro y el otro costaba BsF 21 el litro.
Como pueden apreciar, la diferencia era casi de un dólar entre una y otra marca, siendo más barato el yogurt de la marca Paisa Táchira. Es cierto, que en ambos casos los precios pueden ser considerados muy altos. Es decir, de acuerdo con las propagandas oficiales, donde se comparan precios internacionales de productos, vemos que el precio de un litro de yogurt líquido ronda, más o menos por encima de los cinco dólares. Caro para un país donde la energía, por ejemplo, es extremadamente barata, empezando por el combustible, tan importante en el proceso industrial. Pero esa no es la idea central de este escrito.
Se trata de alertar a quien competa, y ojalá no sea al Presidente Chávez. En efecto, lo sorprendente de todo esto es que el yogurt light liquido, cuyo precio era más elevado, era el de la marca Los Andes, el cual tenía grabado en su presentación un corazón rojo, en cuyo interior había un escrito que rezaba “Hecho en Socialismo”. Carajo, hecho por una empresa del Estado!!!. Eso no lo entiende nadie. Cómo se concibe que un producto lácteo como este, hecho por una empresa del Estado, tuviese un precio mucho más elevado que el de producto de similar calidad, pues así es, pero de una marca proveniente de una empresa privada.
Muchas cosas saltan a la mente en casos como este. Será que los costos de producción del producto hecho por la empresa del Estado, son más elevados que los costos de producción del sector privado y allí la diferencia de costos?. Será que la empresa del Estado adquiere, por ejemplo, la materia prima a un precio más elevado que la privada?. Se descarta, por supuesto, otros costos de producción como por ejemplo la energía. Se presume que el valor de la energía es similar. Conscientes estamos de los altos niveles de especulación que existen en el país que, sin duda alguna, inciden considerablemente en la inflación. Pero, ante estas evidencias nos preguntamos si no estarán especulando también las empresas del Estado. Los organismos competentes deberían velar por situaciones como estas. Habría que revisar, comparativamente, los otros productos lácteos que produce esta empresa estatal y hacer los ajustes de precios necesarios.
Por otro lado, “Hecho en Socialismo” debe significar, además de calidad, precios justos para toda la sociedad, no comparables con los precios del mercantilismo salvaje, como lo imponen las reglas del capitalismo. En consecuencia, el pueblo espera que los productos, con el sello “Hecho en Socialismo” sean considerablemente más baratos, nunca más caro. Casos similares como estos se están presentando en otras empresas del Estado, que juegan con las mismas reglas del capitalismo, a pesar de demandarse de ellas una conducta socialista. Entre otras, se puede citar sólo como un ejemplo, los costos de las pólizas que ofrece una empresa aseguradora del Estado, como es Seguros La Previsora. Son tan elevados, a veces mucho más altos, que las pólizas que ofrecen algunas empresas privadas. Pero este es un caso que trataremos en otra oportunidad.
Claro, en ambos casos, son empresas que fueron adquiridas por el gobierno nacional, es decir, fueron nacionalizadas. Pertenecían al sector privado, funcionando bajo las reglas del capitalismo salvaje. Tal vez, lo aquí expuesto, responda al hecho de que el sello “Hecho en Socialismo” se montó sobre el sello “Hecho en Capitalismo”, es decir, sólo se borraron algunas letras y se escribieron otras encima. Sólo se enmascaró o maquilló lo superficial. Lo profundo, quedó intacto.
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(*) Profesor Titular, ULA Táchira.
