El consumo de alimentos se reduce en el campo de las hortalizas porque los precios lucen muy volátiles al igual que el pescado. La tendencia de los humildes es comer carbohidratos y menos proteínas porque persiste la tendencia de la especulación y la gente no acude a Mercal o Pdval como en años anteriores, ya que solo consiguen aceite, azúcar y arroz. Los otros alimentos se encuentran especificados por un alto precio y las personas humildes no poseen los recursos económicos necesarios para su compra. Aunque, el gobierno bolivariano de Venezuela invierte una alta suma de dinero en la inversión agrícola, no existe un entorno normativo para legislar la rentabilidad de los insumos, corriéndose el riesgo de una inflación constante, como sucedió con los productos sanitarios regulados por la Ley de Costos y Precios Justos, donde un desodorante varia en cinco bolívares fuerte su precio en relación a su costo antes de aplicarse la ley.
Hay que visualizar las distintas demandas en la comercialización agrícola, la economía emergente y los cabios climáticos, para ir hacia un ajuste sincero de dichos productos en el mercado internacional y su fijación en el nacional, luego de cancelar los aranceles respectivos en los muelles portuarios
Este lunes veinte y uno,(21) la comida del Comedor Industrial La Quizanda fue muy pésima, un arroz superpartido y una carne pasada por agua y medio cocinada, ya van varios directores cambiados, pero, al decirle a un compañero perteneciente al partido bolivariano o de gobierno, me indicó: “ Es difícil sacarlo, tiene una palanca de la cuarta muy grande”. Solo el silencio y la frustración lleno mi alma. Es cierto, todavía el gobierno bolivariano de Venezuela no tiene control de las instancias del Estado y puestos claves para la seguridad del país y la industria farmacéutica y agroalimentaria. Hay mucha debilidad en el carácter de algunos dirigentes políticos, pero que desconocen el pragmatismo ideológico que se debe tener para ejercer éstas funciones públicas.
Hay un desconocimiento total de la infraestructural estadal y los patrulleros no cumplen sus funciones operativas, simplemente muchos están sin vivienda y trabajo fijo, jamás podrán cumplir lo que nuestro comandante presidente indica para darle flujo a las actividades partidistas. Por otro lado, las personas haciendo colas en los mercados por un kilo de leche y litro de aceite, una verdadera vergüenza. Gracias a Dios, hemos dejado de ser selectivos, cualquier producto en el mercado, es bueno para consumir y llevarlo del estante a un refugio de nuestro hogar, porque debe ser compartido por todos. De verdad, este tipo de compras, nos ha permitido elaborar nuevas recetas culinarias.
En consecuencia, las políticas agropecuarias fortalecidas por el gobierno bolivariano deben llegar al pueblo de una manera global y de esta manera abaratar el precio que colocan los intermediarios, que, es casi el doble o el triple de su costo inicial. El caso de la comida a los ancianos en el Comedor Industrial La Quizanda, no queda atrás, ahora convertido en un deposito alimentario, cuando en la parte de atrás hay unos almacenes vacios vinculantes a los programas de de acción social de Barrio Adentro.
No podemos seguir en liviandades estructurales que parten del Estado por parte de personas ajenas a un proyecto político, los venezolanos deseamos responsabilidades y que la gente sienta el contacto de sus dirigentes con el mismo pueblo y, llego el momento para establecer estrategias que acaben con el exhibicionismo político, no estamos para tales cosas, muchas sanguijuelas han desangrado al Estado, la fuerza de participación popular debe acabar con tales anomalías y avanzar hacia un criterio de poder, donde existan verdaderas estructuras sólidas y donde la política agroalimentaria cumpla a cabalidad sus realidades compaginas en un sueño, verdaderamente democrático y socialista
emvesua@cantv.net
emvesua1@hotmail.com