Desde hace 14 años, el desabastecimiento de productos de primera necesidad es uno de los destornilladores que la oposición utiliza para desestabilizar nuestro pueblo en lo político, lo económico y social. Lo vimos y vivimos con más claridad en el paro y el intento de golpe que nos dieron en el 2002 y el 2003. El fraude, la usura, la especulación que da empleo, sobreprecios, ventas sin facturas, inflaciones, libertad de precios y libre compra-venta de divisas entre otras cuestiones económicas fraudulentas, son las tuercas y tornillos que pretenden seguir aflojando con esa mano dizque “invisible”.
Pero nuestro pueblo y el Gobierno revolucionario están claros y concisos, y sabe con todos los saberes por donde viene la cosa. El Gobierno y el pueblo saben que no hay escases, que la comía está guardada y que lo vinieron haciendo en “secreto”, mientras nosotros estábamos ocupados con el problema de salud de nuestro Chávez y con las dos elecciones que coparon nuestro tiempo.
El Gobierno y el pueblo saben, que los sobreprecios en todos los productos son programados por “economistas y estrategas” de la derecha para “aumentar el índice inflacionario”; el Gobierno y el pueblo saben, que una de las piezas de esa herramienta dizque invisible, es buscar con Asamblea incluida, una santa libertad de precios o lo que también se conoce como libre mercado. El Gobierno sabe, que el libre cambio de divisas es una de las “coronas” que buscan los ricos en este País para de un plumazo, convertir en otros miles de millones, los miles de millones de dólares (léase como lo escribo) que tienen en sus bancos locales e internacionales para aumentar la cuota monetaria de sus partidos politicos, comprar conciencias y desestabilizar nuestro País.
Y el Gobierno quizás no lo sepa, pero si lo sabe el pueblo, que si con todas sus marramuncias económicas pretenden un caracazo, lo que les puede llegar por la puerta del frente es un Este-tazo.
¡Viva Chávez! ¡Viva Chàvez! ¡Viva Chàvez!
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