Las ligerezas morales, debemos dejarla a un lado junto a la saciedad de enriquecernos por vicios ante un sistema financiero que se muestra sólido, pero, que es víctima de nuestros pecados purgados ante el consumo excesivo y la pelea entre grupos opositores que desean saciarse de la sed del petróleo. Las estrategias han fracasado por los efectos de una coalición incierta y que ha espantado muchos votantes, las derrotas electorales impiden el reflejo de la verdad y el suelo electoral de la MUD se mueve de un lado a otro, como jugar a las cartas.
Hay que controlar los gastos disparados, durante los últimos meses y reducir el tamaño de la administración pública, es el momento de tomar decisiones y acabar de una vez el tema del dólar paralelo, su razón de asistencia alimenta la corrupción e inflación.
Los partidos políticos venezolanos, vienen obedeciendo a una tirantez política contra Venezuela para dañar sus fases administrativas, mancomunidades y empresas públicas municipales, la idea es colapsar el camino correcto, acabando con la potenciación de pequeñas empresas y mercaderías, es el momento de enfrentar a quienes esquematizan las divisiones históricas de un país para dañar sus reformas políticas.
Hay una devaluación continuada en el mundo internacional. Los Bancos en Estados Unidos y Japón vienen estimulando sus economías estancadas por la ruta de mantener baja su moneda, como las tasas de interés con la idea de incentivar el consumo y la inversión, son como una flexibilización de la moneda, pero, en Venezuela se recurre al mercado paralelo que daña nuestro sistema de divisas. A los empresarios y turistas se les complace sin una supervisión rígida, originando que las exportaciones sufran y la economía se vuelva menos competitiva.
El despreciado dólar, viene afectando duramente a México, Brasil, Chile, Perú, Argentina y Venezuela que no encuentran una manera de estabilizar su moneda. La acción de las mafias bancarias ancladas en la globalización actúan negativamente en la balanza comercial de dichos países, se debe tomar en cuenta que Alemania y el Reino Unido han propiciado una guerra de divisas que se refugiaron en carteras monetarias que fomentaron las importaciones y la poca producción agropecuaria para vender más y llenar el mercado de productos de segunda categoría. El peso chileno es la moneda que ha subido frente al dólar en los últimos meses, pero, fue el real brasileño, la moneda que más se apreció desde la crisis financiera del 2008.
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