Mendoza, el capitalismo y nuestro desafio

“Se corre el peligro de que los árboles impidan ver el bosque. Persiguiendo la quimera de realizar el socialismo con la ayuda de las armas melladas que nos legara el capitalismo (la mercancía como célula económica, la rentabilidad, el interés material individual como palanca, etcétera), se puede llegar a un callejón sin salida”.

Che (El socialismo y el hombre en Cuba, 1965)

En este artículo no trato de explicar el capitalismo en su profundidad, ni tampoco hacer una crítica destructiva en el marco de las últimas decisiones que el ejecutivo ha tomado en lo económico, pero si, contribuir con mi granito de arena a entender la dinámica de este proceso que pareciera, que por las circunstancias (y la maraña de conceptos que trae consigo) el pueblo tiende a confundirse.

En algún momento el Comandante Supremo Hugo Chávez, lanzó a sus ministros la siguiente interrogante, ¿qué es más difícil, enviar un satélite al espacio o construir el socialismo? No hay que ser un Ph.D en economía para saber que los procesos históricos de cambio pasan obligatoriamente por grandes contradicciones en su transición, pues por aquella premisa Gramsciana “Lo nuevo que no termina de nacer, lo viejo que no termina de morir”, es por esto que del esclavismo al feudalismo y de éste al capitalismo, transcurrieron siglos.

La dificultad a la que nos enfrentamos en este estadio del capitalismo, es lo arraigado de la ideología burguesa en la clase obrera, pues es el enemigo que convive con nosotros día a día, por lo que nuestro desafío es, empezar a desarraigar y comenzar a identificar realmente cual es el verdadero enemigo, porque muchas veces nos quedamos solo en las apariencias y el fenómeno pero no vamos a la esencia, necesaria para entender el ¿porqué? se dan ciertos procesos.

Lo que quiero decir con esto es que el problema no es si Mendoza sale riéndose en Miraflores o no, si hablo o no; no es la apariencia lo que importa sino la lógica que él representa (su esencia), al capitalismo como fenómeno histórico no podemos verlo bajo la lógica moral, pues el asunto no es moral es material, la burguesía jamás aceptará un gobierno obrero, sería una gran contradicción, el modelo tiene una gran capacidad para mutarse y adaptarse a las circunstancias, inclusive puede dar la apariencia de estar herido de muerte y hasta desvanecido, pero en lo que menos se piensa, en el momento adecuado aparece cual fantasma.

Son estas las condiciones que hacen de la burguesía una clase a la cual no se le puede dar ni un tantito de confianza, (parafraseando al Che) porque ella solo persigue todo aquello que garantice sus intereses, solo aceptará acuerdos que la beneficien y todo aquello que se oponga entre ella y el camino a la maximización de la ganancia lo quita del camino así esto signifique derrocar gobiernos o generar guerras civiles.

El gran desafío de este tiempo que nos envuelve (parafraseando a Mészáros) que es una carga que todos como venezolanos llevamos y que es en este tiempo histórico en el que debemos fusionarnos con ella, hacer una ejercicios prospectivo y así avanzar hacia ese gran objetivo que es el Socialismo del Siglo XXI.

No dejemos como dice el Che “que los árboles impidan ver el bosque”



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Antonio Blanco Sequera

Politólogo, Investigador Director de Estrategia 360 Grupo Consultor

 ablancosequera@gmail.com      @antoniosqr

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