Tenemos tiempo planteando el problema de la Cesta Ticket; sus limitaciones y en especial sus costos. Lo primero es que no en todos los negocios las aceptan y ahora con más fuerza, en especial cuando los comerciantes venden los productos, desde los camiones, solo aceptan efectivo, lo que les permite no registrar las ventas, eluden los controles fiscales, impuestos municipales y el IVA; por otra parte venden los productos por bultos, favoreciendo el bachaqueo y en especial a los buhoneros.
En todas las ciudades del país existen “negocios” que solo se dedican a comprar las cestas tickets, cobrando comisiones hasta del 40% de comisión. Ahora en el marco de la guerra económica, los abastos de asiáticos se niegan a recibirlos, impulsando a los trabajadores a venderlas y perder una importante porción de su dinero.
Revisemos el costo de este instrumento; son personalizados, con barras de seguridad en un papel nada barato; se debe pagar altas sumas de dinero para su traslado. La pregunta obligada ¿Por qué no se deposita en las cuentas de los trabajadores y se ahorrarían miles de millones de Bolívares mensuales, tal y como lo hace el Ministerio del Poder Popular de Educación. Dichos depósitos se hacen fuera de la nómina del sueldo.
No podemos dejar de señalar, lo referente al gasto de papel y de horas de trabajo, para la elaboración y distribución de las cestas tickets.
El gobierno nacional no puede permitir por ningún concepto, que se atraquen a los trabajadores y se financie con su dinero el paramilitarismo, quienes están detrás de esta gigantesca operación mafiosa.