¡Es tiempo de la venganza!

Desde que Aporrea empezó a publicar mis artículos regularmente en el 2011 --- ¡gracias Aporrea! --- ha habido un asunto sobre el cual he escrito varias veces, pero que muy poca gente ha leído.   
 
Intentaré aquí otra vez, ya que creo que: 
 
1) es MUY importante, y  
 
2) después de haber pasado 2 años de escasez de alimentos y medicinas, cauchos y baterías y repuestos para carros, y precios exagerados, y especulación, habrá gente ahora que posiblemente lo tome en serio y actue en consecuencia.  
 
Espero que sea así. No hay nada que organizar --- y si todos lo hacemos al mismo tiempo el resultado sería tremendo, y muy beneficioso para nuestra economía, creo yo. 
 
CONCEPTO 
 
Cada vez que compramos algún producto de marca importada de EEUU o de los países de la OTAN, o productos fabricados por empresas gringas en Venezuela, o bajo licencia gringa, canadiense, europea, etc.: 
 
1) Estamos contribuyendo a asesinar, torturar, y violar a miles de inocentes a través del mundo ya que una porción de ese dinero que nosotros les pagamos a ellos va para pagar los impuestos a los gobiernos de EEUU y de los países de la OTAN, quienes con ese dinero compran armas de guerra. En otras palabras, estamos financiando las fuerzas armadas de EEUU y de la OTAN. 
 
2) Estamos contribuyendo a la fuga de capitales hacia EEUU y los países de la OTAN ya que aun cuando esas empresas fabrican dentro de Venezuela, esas empresas se aseguran de exportar y/o contrabandear hacia los países vecinos como Colombia para recolectar dólares gringos, los cuales son ciertamente depositados en cuentas bancarias en el extranjero y/o en paraísos fiscales fuera de Venezuela. También, para conseguir dólares preferenciales del gobierno de Venezuela para pagar las regalías sobre el uso de las marcas, muy hábilmente, y legalmente, algunas empresas han trasladado la propiedad de los derechos de las marcas a otros países. Cada vez que compramos algún producto de marca, especialmente marcas gringas, estamos mandando dinero hacia el extranjero, debilitando nuestra economía. 
 
OBSERVACIONES y CONSIDERACIONES 
 
Primero, hay que considerar que casi todo lo que es fabricado/producido en Venezuela tiene su origen en el extranjero, es decir, casi no existen empresas productoras venezolanas, o empresas venezolanas que producen solamente para abastecer a Venezuela sin exportar hacia otros países.   
 
Si yo fuera un empresario en Venezuela, yo fabricaría en Venezuela utilizando dólares preferenciales para importar la materia prima, pero exportaría el 90% de mis productos a Colombia, Aruba, y Trinidad, así ganándome fortunas en dólares en el exterior ya que en Venezuela tendría que vender mis productos a precios muy bajos, ganándome así muchísimo menos dinero. 
 
Otro muy buen negocio para los empresarios es de importar productos terminados a Venezuela con dólares preferenciales, después empaquetarlos aquí en Venezuela, y enseguida exportarlos, a otros países. Es decir, los productos entran al país pero salen rápidamente, y poco queda dentro del país a menos que se pueda vender a precios muy elevados que justifiquen no exportarlo. Por eso los precios de muchos productos en Venezuela son tan exorbitantes y exagerados. 
 
Cualquier empresario con media cabeza y poco corazón haría esto, u otras cosas parecidas --- la mayoría todas legales --- para ganarse fortunas a espalda de la población. Esto es esencialmente lo que los empresarios hacen aquí en Venezuela.  
 
Bueno, ya que sabemos esto, es más fácil entender el desabastecimiento y la escasez de productos dentro de Venezuela, pero también nos da otras perspectivas. 
 
LEALTAD 
 
Aun si fuimos “leales a la marca” durante 20 años, por ejemplo siempre comprando Colgate en vez de Crest, una cosa es certera, y lo hemos vivido, hoy lo sabemos, que a la hora de ganarse más dinero, ni Crest ni Colgate aparecen en los anaqueles, es decir, nosotros somos leales (o pendejos), pero los fabricantes nunca lo son, y nunca lo serán, ellos son leales solamente al dinero, a las ganancias. A ellos no les importa un carrizo si nuestros dientes se pudren, para ellos no somos nada más que “indios salvajes y esclavos negros de las selvas de las republicas bananeras.”  
 
Entonces, ¿Por qué ser leales a esas empresas?  
 
VIDA O MUERTE 
 
Ya que posiblemente alrededor de 60% a 80% de los productos se vuelan del país --- y ya que hace 2 años que andamos en esto --- hemos aprendido a vivir sin depender de muchísimos productos, muchos de los cuales siempre han sido extras en nuestras vidas sin que nos hayamos necesariamente dado cuenta. Hemos vivido bastante bien sin esos productos de marca, ¿verdad?   
 
Entonces, ¿Moriremos si esos productos nunca más volvieran al mercado venezolano? 
 
¿QUÉ HACER? 
 
La idea es de simplemente, TODOS juntos, y todo el tiempo, y por siempre, simplemente paremos de comparar todos y cualquier producto de marca, sea importado, o producido aquí en Venezuela bajo licencia, y producido aquí por empresas extranjeras.  
 
Ni una sola de esas empresas les importa un comino si nos dejan sin productos, sin medicina, sin ropa, sin zapatos, sin pañales, sin tampones, sin nada, y esto nadie lo puede negar, especialmente después de haber pasado 2 años en esta nefasta situación de escasez.  
 
Paremos de una vez de comprar Pepsi Cola, Coca-Cola, agua y jugos en botella productos de la empresa Coca Cola, o Pepsi Cola, etc., --- vean las etiquetas --- paremos de comprar todos los productos de Proctor & Gamble, Nike, Adidas, Colgate, Kellog, etc.  
 
Hemos vivido casi sin estos productos desde aquel momento cuando esas empresas, aprovechando la muerte de Chávez, decidieron salir a ganarse fortunas exportando y contrabandeando mientras que nos dejaron en un desierto sin nada.  
 
¿No es así? 
 
Bueno, ya es tiempo de parar de ser los grandes pendejos que hemos sido durante décadas con respecto a estas empresas extranjeras y sus marcas.  
 
Es tiempo de la venganza. 
 
Es decir, es tiempo de que cuando se rectifiquen las cosas económicamente y que esas empresas decidan regresar a abastecer a Venezuela como deberían, no podrán vender porque no le vamos a comprar nada, ni un carrizo, nada.  
 
¡Eso hay que empezarlo hoy! 
 
Tendrán que cerrar sus puertas y salir del país, dejando así el espacio a otras empresas que se dediquen realmente a producir para el país y no para la exportación y el contrabando.  
 
No debemos tenerles piedad ni serles leal. 
 
¡Es tiempo de la venganza!



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Oscar Heck

De padre canadiense francés y madre indígena, llegó por primera vez a Venezuela en los años 1970, donde trabajó como misionero en algunos barrios de Caracas y Barlovento. Fue colaborador y corresponsal en inglés de Vheadline.com del 2002 al 2011, y ha sido colaborador regular de Aporrea desde el 2011. Se dedica principalmente a investigar y exponer verdades, o lo que sea lo más cercano posible a la verdad, cumpliendo así su deber Revolucionario ya que está convencido que toda Revolución humanista debe siempre basarse en verdades, y no en mentiras.

 oscar@oscarheck.com

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