El miércoles pasado, como todos los miércoles (por ahora) me toca mi número; así que como el 90% de los venezolanos salí a la calle a ver que encontraba (el otro 10% son los empresarios, enchufados y recontra enchufados) me fui a SIGO La Proveeduría (Nueva Esparta) a probar fortuna y me encontré con una mini cola donde ofrecían 1Kg de pasta larga, 1Kg de pasta corta, 2 pastas de dientes, 2 toallitas sanitarias y 1 lavaplatos en crema.
El común de los que participaron en la cola estaban felices por lo de las toallitas, “Gracias a Dios” decían algunas mujeres, “Ojalá alcancen para todos” decían otras; mientras tanto los encargados de repartir le daban a cada quien los correspondientes dos paqueticos, aunque lo más seguro es que más de uno no necesitaba comprarlas, solo que cada quien esta agarrando lo que sea que estén vendiendo. En el momento en que los empresarios empiecen a colocar las cosas en sus respectivos anaqueles las personas escogerían que llevar y que no, pero ese tema ya lo hemos tocado y por lo visto no hay voluntad para solucionarlo.
Una vez realizada la cola en la caja para pagar, me encuentro con que para los que hicieron la cola por los productos “y que regulados” no hay bolsas.
Una cajera mal encarada, por cierto, al pedirle una bolsa para los productos me dijo: “no señor para los productos regulados no hay bolsas, agárrelos abrazados que tampoco son muchos”…O sea que el bolsa soy yo??? (¿Los bolsas somos todos los que compramos productos regulados?)..
Nos tratan como bolsas: hagan su cola si quieren comer migajas y abran los brazos en plan de bolsa para llevarlos.
Después dicen que no son parte de una guerra económica, después dicen que son inocentes palomitas que están trabajando a favor de la patria que los vio crecer gorditos, felices y cada vez con más platica, porque Milton Martínez (dueño de SIGO) no necesita hacer cola ni en el aeropuerto pues para eso cuenta con su avión privado.
Un cliente que estaba detrás de mí con sus productos regulados le preguntó a la cajera si era que no tenia bolsas o era solo para los productos regulados a lo que la chica le respondió que para los productos del supermercado si había bolsas; tomando en cuenta eso de inmediato agarré un paquete de galletas que estaba a la mano y le pedí lo facturara y le exigí la respectiva bolsa; en la bolsa (ya de mi propiedad y no del sr Martínez) me dediqué a meter todo lo que cabía de mis productos “regulado”, ante los reclamos de la impotente cajera que me exigía no metiera esos productos en la bolsa porque los supervisores le iban a armar su lio por permitirlo.
¿Qué les parece? Eso es terrorismo puro, tienen aterrorizados a los empleados para que traten como bolsas al pueblo (pero esos empleados son tan pueblos como los que hacemos las colas y hasta con un poder adquisitivo menor que la mayoría de los clientes de SIGO la Proveeduría).
Al llegar a la puerta le aclaré al controlador de salida que la chica de la caja no me había favorecido con una bolsa sino que yo había comprado algo más de lo regulado, para que no le fueran a reclamar nada o a tratar de “amiga de los que compran regulado” a lo que el controlador me dijo que de todos modos no he debido meter los productos en la bolsa porque los demás compradores podían exigir que les dieran bolsas también.
Mas bolsa el que cree que el pueblo es bolsa, el pueblo venezolano está por encima de todo esto, cosas peores hemos pasado a través de nuestra historia; están buscando un alzamiento del pueblo para pescar en el rio revuelto del caos, están buscando que el pueblo salga a reclamar lo que le pertenece para pedir la tan ansiada intervención internacional mientras los “empresarios” en sus aviones privados se van al norte a ver los toros desde lejos, para luego venir a reconstruir la patria de la mano del imperio hambreador.
Paciencia e inteligencia tiene el pueblo al que consideran bolsa; pero la justicia debe prevalecer y el estado debe ser el garante de la integridad de los ciudadanos; si quieren el poder político gánense al pueblo para que los apoye, pero mientras más traten de humillar, de vejar, de maltratar más lejos estarán de obtener lo que buscan.
Nadie dijo que sería fácil, es una lucha de factores de poder económico contra el pueblo que está recuperando espacios que le habían secuestrado por décadas.
Un mensaje a los empresarios que han llenado sus bolsillos (de la manera que haya sido) de las arcas del estado y de los bolsillos del pueblo: El pueblo no es bolsa.