Hay que afinar y hacer más drásticos los planes de erradicación de esa plaga…

Nadie nos lo contó. Vimos con nuestros propios ojos la nueva fórmula que encontró el bachaquerismo para seguir vendiendo a precios del mayor salvajismo los productos alimenticios regulados sin que se lo impidan las autoridades, sobre los cuales el gobierno ha mantenido una política que apunta a subsidiar su producción de manera tal de beneficiar a los sectores medios y bajos de la población, que al final de cuentas  integran un poco más del 65% de los habitantes del país.

Esto sucedió el sábado último en el centro comercial City Market de Sabana Grande mientras indagábamos sobre el arreglo de nuestro celular en una de las muchas tiendas que allí operan dedicadas a esa actividad,  cuando de pronto observamos que entró un joven, quien luego de saludar, se bajó de su espalda el pesado morral que cargaba, lo colocó en el suelo y sacó de allí tres paquetes de harina de maíz de la Polar, tres paquetes de arroz, dos paquetes de café molido, dos litros de aceite y dos paquetes de azúcar, los cuales los colocó sobre el mostrador y de inmediato quien nos atendía le entregó un fajo de billetes y le dijo “aquí tenés las 19 lucas, cuéntalas” y él le contestó, “no pana, confío en ti y te prometo que pronto te traeré la pasta y la leche en polvo” y sin más, dijo “chao“ y se marchó.

Nuestra hija que presenció la operación comercial ilegal, dirigiéndose al que creemos que es el dueño del negocio, le dijo (palabras más, palabras menos) que producía mucha rabia de ver cómo se las arreglan esos rufianes para seguir estafando a la gente con alimentos que subsidia el Estado y peor aún, que nosotros mismos nos hacemos cómplices de esos malhechores y nos convertimos en sus propias víctimas, a lo que él le contestó que tenía razón, pero que,  lamentablemente, no tenía otra opción para poder llevarle la comida a su familia, pues en la zona donde vive, esos productos que acababa de comprarle a ese joven, nunca se consiguen.

Narramos este suceso porque ello obliga a que el más alto Comando de la Misión Soberanía Alimentaria revise las estrategias de lucha contra ese perverso negocio que nos tiene a muchísima gente pasando miles de penurias, pues más allá de que es -efectivamente- reprochable lo que hizo el dueño de ese establecimiento, una vez más reiteramos que, precisamente, son esos los bienes básicos que el pueblo en general sólo los puede conseguir ocasionalmente y no todos juntos, con suerte sólo uno o dos de ellos, luego de estar en colas infernales de 5 y 7 horas.

Vale precisar que de no presentársenos esas oportunidades que, repetimos, son demasiado ocasionales, tales bienes nos resulta imposible de adquirirlos a esos precios salvajes del bachaquerismo y ello, por razones más que obvias, nos genera angustia y lo que es peor, mucha desesperanza…!!!

Estamos contestes en que esta terrible realidad es consecuencia directa de los planes desestabilizadores de la oposición, para derrocar el gobierno Bolivariano, tal y como sucedió en Chile durante el gobierno socialista de Salvador Allende durante casi tres años, el cual fue finalmente depuesto en septiembre de 1973, pero lo ha sido igualmente, por culpa de quienes por varios años tuvieron la responsabilidad del manejo del sistema cambiario, en donde pusieron la torta con una descomunal estafa al Estado y, fundamentalmente, por la carencia absoluta de políticas de control y seguimiento en los sectores agrícola y pecuario, que llevaron a estos a la caída vertical de la producción de muchos rubros, en los cuales el país había tenido un relativo buen desempeño hasta mediados de la década pasada.

Esperamos que estas graves causales que hemos referido, no sólo no se repitan jamás, sino que sus responsables sean identificados pronto y plenamente, para que sean llevados a la justicia y sancionados con las penas más severas que contemplan nuestras leyes, pues la impunidad sólo nos podría augurar, con certeza absoluta, que el país volverá a ser presa muy fácil de equivalentes delincuentes de cuello blanco…

Y terminamos abogando porque se potencien los planes para enfrentar de forma implacable, tanto como sea posible, a fin de lograr aplastar y derrotar de manera definitiva al bachaquerismo en todos sus niveles y expresiones.

Ese bachaquero que vimos en plena faena en el City Market es parte de una organización que debe ser bien grande y, lo damos por seguro, que como esa deben haber miles más en todo el país que son abastecidas por las empresas fabricantes de esos productos y mucho más, seguramente, por las llamadas grandes distribuidoras, porque no otra explicación tiene que a los anaqueles de los establecimientos minoristas lleguen esporádicamente y por cuenta gotas esos alimentos, cuando los estudios que el país conoció de la investigadora de la USB, Pascualina Curcio, puso en clara evidencia que durante el lapso transcurrido entre enero del año 2012 y diciembre de 2015, los niveles de producción de empresas como La Polar, se mantuvieron casi invariables, de manera que si se auscultan a esos entes productores y comerciales integralmente sobre la base de planes rigurosos de fiscalización permanentes, dejando a un lado y para siempre los operativos espasmódicos que hasta la fecha ya vemos que no funcionan, estamos convencidos de que lograremos obtener resultados realmente efectivos hacia el objetivo de darle el golpe mortal a esta criminal estrategia de la derecha de arrodillar al pueblo por hambre.

Otro sí:

Hoy nos correspondió por el número de cédula adquirir alimentos regulados y estando en la cola, una joven mujer con su hijo pequeñito en brazos y otro de 5 años, nos informó que acababa de pasar una inmensa rabia porque en el Bicentenario de Macaracuay le condicionaron la venta de dos paquetes de pañales a la compra de toallas para el cutis y como ella sólo tenía para cancelar los primeros, perdió la oportunidad de adquirirlos, lo cual nos pareció demasiado importante hacer público que  semejante aberración esté ocurriendo en un centro de abastecimiento del Estado, a objeto de que se tomen las medidas necesarios y urgentes, de manera que ese tipo de prácticas, propias del capitalismo voraz y perverso, sean no solamente erradicadas de raíz de estos abastos públicos, sino que los directos responsables de imponerlas, despedidos de sus cargos. Ese tipo de personas jamás pueden ser parte de una nómina de trabajadores de un Gobierno Revolucionario…!!!