No se necesita ser de izquierda ni de la MUD ni intelectual ni analfabeto ni de la OEA ni imperialista ni de CÑÑ (CNN). Ni ser rico o pobre ni de ninguna corriente ideológica o confesional que adverse al gobierno chavista, para reconocer que en Venezuela ha ocurrido en los últimos 18 años, el más absurdo desastre y ruina económicade toda su historia republicana. Cabe el calificativo, "absurdo", por cuanto desde hace 100 años el país recibe la renta proveniente de la explotación de los hidrocarburos, convertida en sostén fundamental de las actividades de la más variada índole. En Venezuela al petróleo le atribuyen la ubicuidad y poderes que, los creyentes, les adjudican a sus dioses.
La renta petrolera, hasta en situaciones de gran abundancia, no ha cumplido la función de coadyuvar al bienestar de la población. Todo lo contrario, en lugar de su bienestar, ha incentivado la pobreza de las mayorías nacionales. Ha creado una economía ficticia (subsidiada), sometida al capricho del gobernante de turno. ¡Paradójico! Ha servido para hipotecar el país. Ha destruido la iniciativa creadora para el desarrollo y el progreso, por cuanto interfiere en todas las actividades, por el poder que le confiere, al gobernante, para que improvise sus planes de grandeza faraónica o la mentalidad de conuquero/buhonero.
Durante los últimos cincuenta años, la economía del país estuvo sometida al vaivén de las citas electoreras, alimentadas por la demagogia y el populismo. Por demagogia entendemos el discurso adornado de promesas como aquella muy conocida y repetida, cargada de humor, donde el candidato ofrece a la multitud pueblerina: -"Le vamos a construir un puente". La multitud entusiasmada le grita – "¡Pero aquí no hay rio!" El candidato movido por su histrionismo, replica- "No importa, les construiremos el río". Es el discurso demagógico de Donald Trump que ofrece construir un muro, sin decir cómo, promesa que cala en la mayoría del electorado estadounidense por cuanto considera que sus vecinos del Sur son los culpables de los problemas de narco consumo, delincuencia, crímenes, asesinatos y secuelas que se desprenden de esas actividades. Los sionistas son expertos en construir muros/fascistas para martirizar el pueblo palestino.
En el tejemaneje electorero/demagógico, llevamos cincuenta años. Con la llegada de Chávez, el histrionismo discursivo alcanza el clímax de los proyectos quiméricos, como por ejemplo, atravesar la impenetrable selva amazónica, con los ríos más caudalosos del mundo, para construir un oleoducto que llegaría a la Argentina. Otro a Centro América. Otro a las islas del Caribe. ¿Remember? En ese mar de demagogia ha naufragado el país, tanto con los gobiernos adeco/católico/copeyanos, como, con el chavismo impenitente.
El populismo se diferencia de la demagogia, en que esta ofrece, y el populismo concreta la promesa en leyes que luego no se ejecutan, como por ejemplo, la Reforma Agraria. El populismo de Betancourt en el primer año de su gobierno, decreta la Reforma Agraria. Transcurrieron cuarenta años sin que nada ocurriera y la deseada Ley, pasó a formar parte del archivo de leyes y constituciones. Como consecuencia del fracaso populista/betancouriano, en el primer año del gobierno de Chávez - fiel imitador de los gobiernos adeco/católico/copeyanos - decreta la Ley de Tierras y Desarrollo Agrícola, copia de la Reforma Agraria anterior. Tan revolucionaria la una como la otra. Han transcurrido 18 años, y la Reforma Agraria chavista tuvo la misma suerte de la adeco/católico/copeyana, pasar al archivo de la historia.
Populista es la Constitución de 1999, que establece la "democracia participativa y protagónica", que Chávez llevó a la práctica con el hiperliderazgo, culto a la personalidad y dedocracia. ¡Farsante! Como militar así entendía la democracia. De las academias militares ni de los seminarios/ salen demócratas ni mucho menos revolucionarios.
En el terreno de la demagogia y el populismo, Chávez es el campeón indiscutible, tanto en el ámbito nacional como internacional. La lista de promesas, planes y proyectos es tan larga que llena mucho espacio para incluirla en una nota periodística. En mi libro el Triángulo Negro [1] la lista de marras ocupa dos páginas. Vendría al caso traerla, para aportar un elemento interesante en la comprensión del caos que nos aplasta, por cuanto sirve para medir el desquiciamiento y desarraigo de la realidad que padecía Chávez: río de demagogia, populismo y desaciertos que nos condujo al desastre y ruina que padecemos.
El despilfarro de un billón quinientos mil millones de dólares (1´´500.000´000.000,00 de dólares), en 15 años ¡Clama justicia! ¿Es posible que semejante desmadre económico haya ocurrido en nuestro país? ¿Cómo lo hicieron? ¿Cómo pudieron realizar la empresa de desaparecer tan inmenso volumen de dinero sin dejar rastro? Requiere de gran capacidad, genialidad, tanto de Chávez como de sus ministros, gerentes del despilfarro, merecedores del premio Nobel de economía (Mención especial). ¿Cómo lo hicieron? La pregunta vale para todas las actividades culturales del país. Veamos:
¿Cómo hicieron para agotar las divisas provenientes de la renta petrolera, en su mejor momento, cuando alcanzó la cifra mágica de 120 US$/barril y para colmo, quintuplicaron la deuda externa? ¿Cómo hicieron para paralizar la actividad económica del país y conducirlo al desastre y ruina que estamos padeciendo? ¿Cómo hicieron para destruir la agricultura en general y en particular: la caficultura, producción de arroz, maíz, ajonjolí, tomate, caña de azúcar, y demás cultivos que suministraban materia prima a la agroindustria? ¿Cómo hicieron para reducir el rebaño de ganado vacuno de doce millones de cabezas a ocho millones? ¿Cómo hicieron para llevar a la ruina la producción de leche, aves, huevos, atún, sardinas, salsa de tomate? ¿Cómo hicieron para llevar a la ruina la producción de plátanos en el Sur del Lago? ¿Cómo hicieron para disminuir la producción de papa? ¿Cómo hicieron para, en cada hogar, vaciar las despensas de siete millones de familias? ¿Cómo hicieron para vaciar las "bodegas de la esquina" en cada barrio, en cada poblado en cada caserío del país? ¿Cómo hicieron para crear el "bachaquerismo"? ¿Cómo hicieron para vaciar las estanterías de los grandes supermercados y de las distribuidoras de alimentos? ¿Cómo hicieron para crear el desabastecimiento de repuestos para vehículos, maquinaria industrial, maquinaria agrícola? ¿Cómo hicieron para vaciar de medicinas los estantes de las farmacias? ¿Cómo hicieron para vaciar los estantes de las ferreterías? ¿Cómo hicieron para crear los apagones en el servicio eléctrico? ¿Cómo hicieron para que el 70% de la red vial del país esté en mal estado por falta de mantenimiento? ¿Cómo hicieron para negarle el pago a las empresas acreedoras que en el extranjero suministran los productos importados? ¿Cómo hicieron para que las empresas de la aviación comercial internacional retiraran sus servicios? ¿Cómo hicieron para arruinar y quebrar la industria editorial del país? ¿Cómo hicieron para que los hospitales no puedan prestar los servicios mínimos de salud, por falta de insumos elementales? ¿Cómo hicieron para destruir el poder adquisitivo del Bs y con ello reducir a la categoría de miserables los sueldos de profesores universitarios, docentes, médicos y empleados en todas las actividades? ¿Cómo hicieron para destruir la majestad y predicamento de las principales instituciones: Asamblea Nacional, Tribunal Supremo de Justicia, Presidencia de la República? ¿Cómo hicieron para anarquizar la conciencia de las mayorías nacionales? ¿Cómo hicieron para paralizar las iniciativas individuales en pro de la empresa nacional del desarrollo? ¿CÓMO HICIERON PARA DEJAR SIN SERVICIO DE AGUA A POBLACIONES Y CIUDADES? ¿Cómo hicieron para sumir en la pobreza al 80% de la población y someterla a la dictadura del hambre, mucho más terrible que cualquiera de las dictaduras que ha padecido el país? ¿Cómo hicieron para que todo este desmadre ocurriera al unísono? Vale recordar el verso del poeta Antonio Spinnetti Dini en su poema Hambre:
"Sobre un camino de siglos
los hombres pasan hambrientos.
Justicia y amor no han sido
sino palabras y sueños.
… …
Y el grito de ayer fue hambre!
y, hambre ¡es hoy el grito nuevo."
[1] EL Triangulo Negro se puede solicitar a:
http://www.autoreseditores.
http://www.amazon.com/dp/