La especulación precoz

No piensen, estimados lectores, que me equivoqué con el título y cavilen que debí escribir "la eyaculación precoz". Esta última se refiere a un acto similar a la cópula del gallo. Análogamente, los hombres sufren de esta difusión cuando en un arrebato de ansiedad desfoga en el tiempo de una chispa, es decir en santiamén, su apetito sexual, dejando a su pareja con el sabor amargo de una delicia que nunca pudo consumir y mucho menos digerir. En verdad ese artículo no tiene nada que ver con cuestiones sexuales.

Para entender lo que se lee es bueno tener presente el significado de las palabras, de esta manera no se incurre a una mala interpretación del párrafo o del texto leído. La especulación es la práctica de la participación en arriesgada operaciones financieras en un intento de sacar provecho de las fluctuaciones, en corto o mediano plazo, en el valor del mercado de un bien (normalmente de un instrumento financiero) en vez de tratar de sacar provecho de los instrumentos que se negocian. En término más coloquial la especulación engloba operaciones comerciales que se practican con mercancías, valores o bienes de manera que se compra a bajo precio esperando venderlos a mayor precio. La especulación en el comercio fomenta el aumento de salarios reales, lo que a la vez estimula el consumo de productos lo cual debería incidir en la creación de más empleos y como consecuencia, menos pobreza. Es evidente, la especulación es más dañina cuando existen monopolios.

Para comprender el significado del epígrafe de este artículo debo definir el término precoz, el cual se utiliza para aquellos hechos que ocurren o suceden antes del tiempo considerado habitual, podemos considerar que el sinónimo de este vocablo es "prematuro".

No cabe duda que los venezolanos estamos sometidos de una manera cruel y despiadada a una especulación precoz. Un aumento desmedido de los precios de forma prematura. Todavía el gobierno no ha anunciado un aumento de salario y semanas y meses antes de esta notificación las empresas monopólicas ya han elevado los costos de los productos, además de los bienes y servicios. A manera de ejemplo y a título personal trataré mi caso específico: a raíz de la conversión monetaria por el primer mercado semanal (algo sobrio) amorticé 1.700 Bs.S, actualmente, por esta misma compra estoy pagando (en menos de cuatro meses de la conversión) 8.000 Bs.S. El pasaje de camioneta se elevó de 1 Bs.S a 20 bolívares soberanos. Evidentemente, como se ve la especulación, además de prematura y precoz, es criminal y cruel para un docente universitario jubilado que devenga un salario de 7.400 Bs.S y de seguro, la mayoría de los venezolanos está atravesando esta misma situación. Es decir, los salarios y pensiones no alcanzan ni para comer.

Si examinamos el proceder de la mayoría de los comerciantes y sobre todo, los que comercian productos sobre los cuales ejercen monopolio como la harina precocida, mercancías de limpieza del hogar e higiene personal, cerveza, arroz, pasta y otros de consumo diario, se detecta el alza desmesurada de los precios. Una manera ominosa de sacarle provecho a la guerra económica a la cual está sometido nuestro país desde hace años.

La crueldad y la inconsciencia de la mayoría de los comerciantes ante los problemas humanos no en nada nuevo. La actitud de estos seres inclementes es repetitiva. El comportamiento de estos se hizo y se hace evidente durante las guerras, durante las tragedias naturales como terremotos, huracanes, inundaciones, hasta durante epidemias de alguna extraña enfermedad. La mayoría de ellos lo primero que hacen es aumentar los costos de los alimentos y de las medicinas sin importar las consecuencias que esto conlleva. No les conciernen las dificultades y las desgracias que afecta a mayoría la población en un momento infeliz, lo único que les interesa es el dinero, el usufructo obtenido de las tribulaciones del prójimo. Los comerciantes son despiadados, en tales circunstancias no valen las "leyes del mercado", si es posible sus fábricas bajan la producción o acaparan la mercancía para originar escasez de los alimentos y así aumentar los precios. Así mismo, inventan dificultades en la distribución de la mercancía para evitar que los productos lleguen al consumidor, una forma fácil de justificar el aumento de precios.

El gobierno del presidente MM junto a su pueblo ha triunfado, derrotando los golpes de estado y las guarimbas; desafiando y venciendo las arremetidas de la mass media internacional para desmentir los reiterados embustes (fake news) con los que de forma reiterada atacan a Venezuela, además lucha denodadamente para vencer la corrupción, un mal que afecta a toda la humanidad. Enfrenta a los comerciantes aumentado en varias ocasiones el salario mínimo y el sueldo de los empleados, pero prematuramente, casi a diario, los marchantes elevan descaradamente los costos. Ya los automarcados no colocan en los anaqueles los precios de las mercancías dado que no los mantienen por mucho tiempo, una manera de especular con el hambre de los consumidores.

El gobierno del presidente MM se reúne con los empresarios y comerciantes con el fin de concertar los precios de los productos, pero a pesar de los acuerdos llegados los mercachifles continúan agrediendo a la población acrecentando de forma precoz el costo de las mercancías, de los bienes y servicios. Se valen de todas las triquiñuelas para arrebatarle a los trabajadores el salario, hasta cobran en divisas justificando de esta manera la protección de sus inversiones.

Es tiempo de parar los abusos de los comerciantes, debe existir alguna vía legal para proteger a los trabajadores y a la población en general. Esta es la única perjudicada con las continuas transgresiones de los comerciantes quienes controlan el monopolio, así mismo a los dueños de los automarcados, remarcadores de los precios, quienes se burlan de forma insolente del gobierno. Así mismo, a los mercachifles que ejercen función de médicos en las clínicas, quienes debido a sus continuas arbitrariedades están matando de susto a los pacientes, por el cobro abusivo en la facturas.

Es evidente que pareciera que algunos de los funcionarios encargados de vigilar la acción del gobierno no están haciendo su trabajo, hay que tener presente que por lo general las cosas marchan mal no por lo que se hace sino por lo que se deja de hacer.

Tal como va el mundo y tal como continuamente los poderosos arremeten contra la población del planeta menos favorecida, es como embarazoso desear un feliz año 2019. Pero para cumplir con la tradición en un día como hoy, el día de los inocentes, les auguro a mis lectores un feliz año, paz que necesitamos y la prosperidad indispensable para subsistir en un mundo donde la inclemencia es la cotidianidad. Por tal razón siempre tengo presente algún pensamiento o algún escrito de mi general Simón, quien en una carta a Diego Ibarra le escribió en 1830: "Es la desgracia del hombre el no contentarse nunca". Lee que algo queda.



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Enoc Sánchez


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