He
leído con asombro las críticas destructivas que varios
“revolucionarios” han desplegado contra Vladimir y Ernesto Villegas,
por haber éstos denunciado la retaliación política efectuada contra su
hermano Mario Villegas, quien ha sido trasladado por el Súper
Intendente Nacional del SENIAT desde Caracas, donde laboraba como
periodista raso, a Santa Elena de Uairén, supuestamente por haber
aparecido en una entrevista en Globovisión, donde criticó el desempeño
del gobierno nacional, en ejercicio de un derecho constitucional en la
libre Venezuela de hoy.
A
Mario lo conozco desde hace muchos años y sé perfectamente que,
independientemente de ser opositor al actual gobierno, no se lo puede
calificar de cachorro del imperio, traidor a la patria, golpista o
fascista, como usualmente hacen muchos de nuestros compatriotas
chavecistas con todo aquél que discrepe y le haga la más leve crítica
al proceso o al comandante de la revolución. En el pasado
cuartorrepublicano, en momentos políticos difíciles, sin la protección
que hoy el gobierno otorga a sus partidarios, Mario Villegas, quien
militó en el Partido Comunista de Venezuela, dio la talla como un
valiente luchador social.
Es
de esperar que quienes en el pasado luchamos contra las perversiones y
podredumbre del puntofijismo, hoy denunciemos con la frente en alto
cualquier injusticia o retaliación que pueda surgir de parte de algún
sector de la administración gubernamental, independientemente de quien
se trate. Es de esperar, pues humanos somos, que si la desventura le
ocurre a un familiar cercano más intensa sea nuestra denuncia y nuestra
protesta. Por ello me parece natural la conducta asumida por Vladimir y
Ernesto y considero absurdos e inapropiados los ataques que se les han
hecho.
Es
paradójico, incluso, que quienes se rasgan las vestiduras contra los
Villegas por haber defendido a su hermano, nada dijeron cuando Diosdado
Cabello salió en defensa de su hermano José David, quien fue acusado
oficialmente de corrupción. El diputado denunciante, pese a que lo hizo
con toda la documentación respectiva, hoy está fuera de la “revolución”
y la denuncia sigue sin aclararse. Esta indefendible situación sí sería
totalmente normal para estos seguidores del Presidente.
lft3003@yahoo.com