Además de encontrarse en el más completo abandono por la apatía y desidia de sus gobernantes, San Fernando, capital del estado Apure, es una entidad donde reina la anarquía. Aunando a esto un grupo bastante significativo de funcionarios públicos parece que están jugando a la desestabilización y al saboteo. Encontramos ejemplos de éstos en las oficinas regionales, donde viven hablando pestes del gobierno, despotricando del presidente, etc. etc., además de prestar un mal servicio, buscando las molestias de los usuarios.
Recientemente pude vivir en carne propia las molestias, angustias, desencanto y hasta rabia, por el proceder de funcionarios de Cadafe en esta capital llanera. En horas del mediodía de este jueves 18 en curso, se me suspendió el servicio de energía eléctrica, sin aviso previo. Parece que a nadie le puede importar el problema que tenga el usuario en ese momento, cortado el servicio y ya.
Además para reestablecer éste se debe cancelar la cantidad de diez bolívares fuertes adicionales por la reconexión. No sabemos si es una multa por no cancelar a tiempo o es para darle un premio a quienes corten mayor cantidad de éstos.
Al solicitarle información a la cajera y hablarle del nuevo decreto con rango, valor y fuerza de ley para la defensa de las personas en el acceso a los bienes y servicios que expresa: “Constancia por escrito de suspensión del servicio
Artículo 27. Cuando la proveedora o el proveedor comunique suspender o cortar el suministro de un servicio, por la no cancelación del mismo, deberá informar por escrito a la persona de esta situación por cualquier medio idóneo, dentro de los diez (10) días hábiles continuos al vencimiento de la fecha de pago. Una vez vencido el lapso antes señalado, deberá otorgar un mínimo de cinco (5) días hábiles siguientes a la información dada por escrito, antes mencionada, para que el suscriptor pueda subsanar su morosidad, en caso de no haber subsanado la misma, podrá procederse al corte o suspensión”
Ella me respondió: “al que hay que revisar es a Chávez”. Bueno, a pesar de escuchar sólo la opinión de una empleada, muy escuálida ella por cierto, la orden tiene que haber venido de instancias superiores. ¿Y entonces? ¿Para que están las leyes, presidente?. Claro, de está manera provocamos malestar en los usuarios y al final ¿quien paga esta situación?. El gobierno no funciona, las leyes no sirven y un largo etcétera. Revisión.
Si de expresiones estamos inmersos en estos días, quisiera finalizar diciendo: si de radicalizar la revolución estamos obligados, a funcionarios así hay mandarlos para el coño. Patria y socialismo.
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