Las criticas a la nueva Constitución Bolivariana de Venezuela es un verdadero sainete para la oposición y la mediatización no se hizo esperar., todos conocemos que la promulgación de sus postulados constituyen una primera fase de trabajo por razones de la globalización y cualquier país en vías de desarrollo, debe presentar cada diez años una ponencia a través de sus cámaras de senadores y diputados para ahondar en un posible cambio estatutario y avanzar conforme se este presentando el nuevo panorama político mundial. El pueblo que ha seguido con lealtad y fe, los postulados del Proyecto Bolivariano ve con buenos la intención de ahondar en la Reforma del Estado y le da su aprobación al presidente, Chávez Frías, para que actúe en la emergencia del caso en la promulgación de un diálogo abierto con el país para avanzar a un proceso social más avanzado, donde todos los venezolanos confrontemos la realidad del Estado para unificar la Constitución Bolivariana con una nueva Ley de Comercio y la simplificación del sistema bancario nacional, tras la búsqueda de la eficiencia y el monopolio del mundo bursátil.
Debemos ir a una reflexión política, porque, la ética nos lleva a un resultado deseable en el cumplimiento de un orden ciudadano. En este sentido, debemos organizar la base social para tener derechos colectivos que determinen una postura ideológica ante una verdad. En este sentido, debemos tomar en cuenta la equidad y la administración de las empresas privadas y públicas para proyectar una responsabilidad autónoma que debe partir desde los Consejos Comunales.
El país debe hacer una consulta unitaria para desarrollar una labor política que nos permita consolidad nuestra Constitución Bolivariana y avanzar en la construcción de un ideal nacional, promulgado en una generación pasada, cuyo líder fue el Libertador Simón Bolívar y, hoy, esa idea la proyecta el Comandante, Hugo Rafael Chávez Frías.
Hay muchas manitos pintorreadas de blanco, buscando paralizar el enfoque de país que deseamos tener para los próximos diez años. Son obstáculos en la vía que debe ser abortado por una preparación ideológica del pueblo y la firmeza de un ejército que tenga como ideal el pensamiento bolivariano.
La oposición sigue cometiendo errores y su plan destabilizador no da resultados óptimos, porque desconoce el pragmatismo del nuevo quehacer político del venezolano común, que, solo desea estudiar y cumplir con su jornal laboral para llevarle alimento a su núcleo familiar. La derecha internacional proyecta un radicalismo fascista con la ayuda de elementos extraños para anular todo criterio de avance social en este Continente Sureño
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