“El cine gringo en vivo”

Atraco en el Metro

Es lo que aprenden los delincuentes de cuello negro marginales, sumisos, lambucios de esas “grandes producciones” que nos envía “jolivud” desde Los Ángeles, ¿cómo los irá a tratar la justicia, si es que la hay, a estos aprendices de la espectacularidad tipo “arnoldosuarzeneguer”? ¡Justicia llega, por favor! A estos sujetos si yo pudiera ser juez y parte le clavaría por ese buche muchos años en la cana y además en una cárcel de esas donde el frío corta la respiración. Si no se hace con ejemplo y dureza, dentro de poco vendrán otros comandos a quitarle su poco dinero al pueblo. Las fotos de los ladrones deben salir en el periódico que imprime esa empresa, por cierto que no lo he visto más.

Y no es que soy cruel y despiadado, tengo hijos y nietos, pero la blandenguería lo que hace es causar más drama. E igualmente espero que no salga por ahí una de esas madres que cada vez que al hijo le pasa algo, exclama: “Mi muchacho era bueno, estudiaba de noche lecciones contra la droga y de día dormía”, además que ayudaba a su padre a trasegar la cerveza de la vejiga al urinario”. Somos pueblo, somos alma y corazón de la revolución, pero eso no significa que seamos idiotas o bobos. La mayoría de esos muchachos que con dolor y lamentablemente vemos anotados en las páginas rojas de los periódicos los lunes, andaban en algo “raro” se meten en problemas en los barrios. Son el producto de esa promiscuidad, de esa tomadera de caña semanal acompañada con carreras de caballos, bingos, y además droga y licor. Es el producto de esa falta de amor paternal y maternal de los llorones de la morgue. Pregúntenle al dueño de la Polar cuantos de ellos mueren semanalmente.

VISUALICE cuantos camiones de la “fría” solo mata gente usted observa por esas urbanizaciones de los llamados “niños bien” repartiendo cerveza: ¡en ninguna! Toda esa mierda no las traen a nosotros y nosotros infieles a la inteligencia, los consumismos. No es dándole tratamientos lastimeros al pueblo, diciendo que “la culpa la tiene la pobreza”, como vamos a despegar de este aeropuerto revolucionario al futuro que es hoy. El veneno es igual en todas partes, sólo que ellos los productores que ayudan a que los niños sean “líderes martín polar” nos han dicho durante decenas de años que con “caña mujer y rumba” es que la vida es más de pinga. ¿Cuál revolución avanza con estos conceptos de sus hombres?

El atraco en el Metro no fue que nos dejó boquiabiertos. Nada que ver. Estamos acostumbrados a observar la miseria humana y sus componentes. Lo que pedimos a las leyes es que a estos bellacos, a estos cretinos, que nos perjudican, que nos llevan a más interrogantes, es que le metan todo el peso de la ley por ese guarinei. Así no habrá segunda parte, ¿por qué atracan al segmento de la población más falto de dinero?

LA EMPRESA Metro de Caracas, ¿qué le cuesta mantener a varios vigilantes inmiscuidos entre los pasajeros? ¿Por qué no se les adapta cámaras de video a los vagones donde el que va en la parte frontal, el que funge de conductor, pueda ver lo que lleva en los mismos? Si esta empresa se jacta de que transportó ese pocotón de millones de pasajeros en el año, ¿qué hizo con el dinero entonces? ¿Por qué su deterioro?

No es justo que la empresa Metro de Caracas adolezca de un buen servicio de protección a sus infraestructuras y a su alma que son los pasajeros; eso suena ridículo, ¿qué veían por los monitores los empleados desde las taquillas? ¿Por qué no emplear un sistema de alarma que retumbe en toda la estación para estos casos? Un hombre de civil caminando por los sitios de espera del tren, no creo le cueste mucho a esa empresa que se vanagloria de ser la gran solución para Caracas. El atraco en un vagón del Metro da rabia: hasta ahí llegue la punta de curare de la delincuencia, la de cuello negro: la de blanco no causa ruido, ni se deja ver; es la llamada “rata de museo sinfónico” y como siempre, es Hugo Chávez Frías el que tiene que salir a dar la cara por lo que permiten sus a veces insípidos empleados que no se entiende por qué han tardado tanto en ubicarse dentro del contexto revolucionario

aenpelota@gmail.com


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Ángel V. Rivas

Limpiabota, ayudante de pintura, articulista, Productor Nacional Independiente, editor de El Irreverente. Animador del programa Gigantes del Romance, autor del libro Pacto Satánico y poeta en estado de frustración.

 legavicenta@gmail.com      @legavicenta

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