La historia se repite! Venezuela se debate en la peor miseria, fue la noticia que recibió el Libertador Simón Bolívar

¡La historia se repite! Venezuela se debate en la peor miseria, fue la noticia que recibió el Libertador Simón Bolívar, a mediados de 1828, estando en Colombia

**De manera coincidente, como hoy en día, nuestro país vivió una situación precaria y de pobreza que mantuvieron al Padre de la Patria, en suelo neogranadino, totalmente preocupado por las malas noticias que le hicieron llegar, a través de cartas

San Felipe, 7 de junio (Las Noticias de Ítalo).- Pareciera, de acuerdo a la historia, que Venezuela siempre estará  destinada a padecer una crisis económica que se viene arrastrado desde la época de la guerra independentista, según revelan episodios del Diario de Bucaramanga, en donde el Libertador Simón Bolívar es puesto al corriente de la difícil situación.

Ya antes habíamos escrito como la ciudad de Caracas, según cartas enviadas al Libertador por el jefe de la Policía de aquel entonces, J.J. Alamo, se debatía en medio de una situación precaria y de pobreza, de manera coincidente,  durante los meses de junio y julio, de 1828.

Alamo le hace saber al Padre de la Patria, en aquellos días aciagos, según las Memorias del general  O´Leary, lo siguiente: “Continua cada vez más la miseria en Carácas de un modo que no alcanza la ponderación; basta decirle que hasta sus amigos, los más previsivos, están sin medio: ningún fruto vale y a ningún precio se compra; los precios que ve U. (usted) en la Gaceta son únicamente por la vindicta pública. 

“La causa principal son los extranjeros; toda la mercancía que exportan hace más de tres meses son onzas y pesos fuertes, aquellas a 19 pesos y éstos á 10 reales: también extraen la macuquina para llevarla á Puerto Rico, dónde solo pierden un 6% y la cambian por tabaco y azúcar del país. Las señas de  á cuartillo valen  á medio en Curazao y ya no ha quedado una; á esto se agrega que estos hombres no dejan al país la menor utilidad, porque traen sus dependientes, sus cocineros, toda su comida y cuanto gastan de fuera, y hasta mandan á lavar la ropa a Europa ó á las Colonias; y á esto se agrega que ni toman una finca ni procuran el menor arraigo, al paso que han puesto  á todos los artesanos del país en el último estado de miseria, porque se han apoderado de sastrerías, zapaterías, carpinterías y demás, sin emplear a un solo criollo en sus establecimientos; y nuestros artesanos con sus discípulos y oficiales se han  abandonado al ocio y aún á las maldades, en términos que los presidios y las cárceles están llenas de hombres que hemos conocido en otro tiempo de una conducta regular y laboriosos. 

Los extranjeros no solo nos causan estos males, sino que se están extrayendo el oro y plata en prendas que compran a las familias indigentes y desesperadas, por una tercera parte de su valor y esto lo dan en arroz, harina ó galletas.

Esto da horror, mi General; de noche se encuentra por las calles porción de mujeres cambiando silletas, mesas, cajas y demás muebles, por comida y casi no se enciende lumbre en medio Caracas; el maíz está a peso el almud, las caraotas á dos pesos y lo mismo los frijoles, esto último ha sido causado por la decantada persecución de Cisneros (revoltoso) en que nada más que se hizo que quemar más de 6.000 fanegas de maíz y otras tantas de menestras, y haberle hecho la guerra á los pavos, gallinas, cerdos, chivos, vacas, mulas y caballos. ¡Cuánto de esto se podría decir!; corra U. la vista por los perseguidores”.

Seguidamente Alamo incita al Libertador remediar la situación de la siguiente manera: “En  ningún tiempo vendría mejor una providencia que emanase de U. solo, solo, solo, y que aliviase a éstos pueblos: recomiendo la oportunidad y corra la vista por lo que pueda ser y que concilie el mantenimiento del ejército con el beneficio general. Yo me atrevería á indicarle pusiese todo empleado á medio sueldo y se suspendiesen por un año las alcabalas á todos los frutos, y pagasen sólo los derechos de exportación; suspender también por el mismo tiempo el derecho de contribución por fincas que solo produce para pagar recaudadores, y penas graves y efectivas al que infringiese los reglamentos sobre bagajes, porque este abuso ha arruinado a los pueblos y es lo que más se mira con horror; en fin, estas son puras indicaciones; U. vea cómo hace un bien pronto á estos pueblos y no se tenga á ninguno, porque ó se mira con total desprecio, ó se hace gala de encarecer el estado de miseria, atribuyéndolo á los decretos de U. y queriéndole echar la execración. Por Dios, mi General, fije sus miradas en el deplorable estado de estos pueblos; más de una vez he escrito al General Páez sobre el caso y nada se hace; yo quiero que venga de U. todo, y esta es la opinión de los buenos”.

Ante esta estremecedora correspondencia, según Luis Lacroix, a través del Diario de Bucaramanga, Bolívar responde lo siguiente:

“Habló el Libertador esta mañana de la miseria de Venezuela, diciendo que había recibido cartas en que le detallan nuevamente el estado de pobreza y desesperación en que se halla el país; la urgencia que hay de remediarlo y hacer que las autoridades superiores locales no estén tan indiferentes a la suerte del pueblo, y hagan algo en favor de la agricultura y del comercio”.

 -Los que me escriben, dijo S.E., no exageran la situación de Venezuela, dicen la verdad, pero se equivocan creyendo que yo con una orden o un Decreto puedo remediar aquellos males. Lo que se necesita son medidas legislativas, un sistema de hacienda, que no tengo yo facultad de dar: la Convención que tiene aquel poder no lo dará tampoco porque no quiere orden sino desorden; no quiere la prosperidad de la Nación sino la ruina y desorganización, concluye el Padre de la Patria.

 

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Ítalo Urdaneta

Periodista, historiador y profesor universitario

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