La dimensión de las artesanías

¿Cuáles pudieran ser las dimensiones de la artesanía? ¿Existen dimensiones artesanales que forman un binomio histórico-social inseparable? ¿La dimensión estética-cultural podría condicionar y determinar su dimensión económica-comercial? ¿Su dimensión geográfica podría condicionar la identidad cultural? ¿Las artesanías implican per se las diversidades culturales? ¿Podrían las artesanías hablarnos de modos de producción específicos e históricos? ¿La dimensión cultural de la artesanía se torna permanente en el tiempo? Las preguntas surgen y aparecen desde todos los ángulos y de situaciones variadísimas. De esa manera responden a procesos históricos-culturales y geográficos-sociales. La identidad y diversidad cultural son inherentes a la artesanía misma. Por más obvio y lógico que pueda ser tales miramientos, resulta necesario y auténtico acercarnos a tales dimensiones. La artesanía pudiera ser el primer producto histórico-cultural del ser humano. He allí la dimensión social de la misma. Hablaremos de artesanía o artesanías, de igual manera.

Al entender y caracterizar la artesanía como una actividad que implica e involucra elementos económicos, técnicos, productivos, comerciales, sociales, estéticos y culturales, se podría estar considerando, resueltamente, las dimensiones de la misma desde lo histórico-social y lo productivo-económico, así como lo estrictamente artístico-cultural. Incluso podría pensarse en la dimensión telúrica-geográfica. Intentaremos ilustrar con un ejemplo.

Las actividades de subsistencia histórica-tradicional de los Waraos fueron la pesca, la caza y recolección de frutos silvestres. Sin duda, la cultura de este pueblo originario sigue vinculada a la naturaleza, a través de una planta: el moriche. Tal vegetal proporciona a esta comunidad indígena: alimentos, bebida, casa, ornamentos y un abrigo para dormir y descansar: el chinchorro. Este producto cultural-utilitario es elaborado por las féminas de tal comunidad étnica y constituye un laborioso proceso de la fibra de ese árbol.

Los Waraos del estado Delta Amacuro han recolectado y rescatado una gran cantidad de piezas de cerámica. Ello podría demostrar, y de hecho lo demuestra, que esta comunidad originaria y aborigen fue y son expertos artesanos y artesanas, desde épocas que se remontan a miles y miles de años. Ser creadores y creadoras artesanales es de antiquísima y vieja data. En el Registro del Proceso Productivo de la Artesanía Warao podemos leer: Hoy en día continúan siendo excelentes artesanos, utilizando para ello materiales de origen vegetal como las plantas de moriche, bora y la madera del sangrito. Elaboran chinchorros de moriche, cestas, sebucanes, manares, guapas, collares, figuras animales y otros objetos tallados en madera, revelando con esto que el Warao tiene aptitudes y además su propio acervo cultural. Un histórico legado de creación forma parte de la cosmovisión cultural de la comunidad étnica originaria Warao. Así sucede con las más de cuarenta comunidades indígenas del país.

La creación artesanal, muy a pesar de que puede ser individual o colectiva, la primera pudiera estar predominando en la actividad artesanal desarrollada y elaborada en las urbes y ciudades. La artesanía es un tipo de actividad o labor que impulsa formas y maneras de organización social fundamentadas en el cooperativismo y la asociación. Ello contribuye al fortalecimiento del sentido de pertenencia, la cohesión social de la familia y la memoria histórica de la comunidad. Las comunidades indígenas son poseedoras de una herencia étnica-cultural artesanal. La producción de bienes utilitarios-estéticos es parte de su herencia creadora cultural.

Es una forma de trabajo o de proceso de trabajo que contiene y expresa una manera de actividad o labor practico-espiritual. La artesanía posee la peculiaridad de conservar la unidad primigenia entre lo bello y útil; lo artístico y lo utilitario. Esa doble función o ese binomio funcional constituye una herencia que tuvo su origen o génesis antes de la revolución industrial. La artesanía tienes una histórica doble función estética-utilitaria. Pudiéramos caracterizar esas dimensiones en estético-cultural y en económica-productiva. La creación artesanal constituye un gozo estético y productivo. Es un trabajo utilitario-estético-espiritual-productivo. Existe en la artesanía una totalidad de partes funcionales absolutamente dialécticas cuyo producto total utilitario-artístico constituye un objeto cultural-utilitario. Desde el punto de vista técnico reproduce una gran diversidad de formas productivas y conserva para la humanidad formas de hacer de diferentes estadios históricos, que van desde las más ancestrales hasta las más modernas con el uso de la máquina como elemento auxiliar, (Benítez Aranda, s/f). Situar la artesanía como una actividad estratégica-productiva-cultural, significa precisar su dimensión desde un punto de vista holístico. La artesanía es la totalidad de una determinada sociedad creadora. En la República Bolivariana de Venezuela, las artesanías han alcanzado rango superior, fundamental y constitucional en dos auténticos sentidos: como parte integrante de las culturas populares y como actividad propia e independiente, la cual goza de atención especial del Estado. Tales condiciones significan los grandes logros del sector artesanal en toda la historia de la labor legislativa artesanal en Venezuela.



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Efraín Valenzuela

Católico, comunista, bolivariano y chavista. Caraqueño de la parroquia 23 de Enero, donde desde pequeño anduvo metido en peos. Especializado en Legislación Cultural, Cultura Festiva, Municipio y Cultura y Religiosidad Popular.

 efrainvalentutor@gmail.com

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